Con la decisión de mantener a raya el tapering hasta la reunión de octubre, la Reserva Federal puso en manos del Congreso estadounidense dos grandes amenazas económicas y principales fuentes de riesgo global: el techo de la deuda y el presupuesto. En Washington, demócratas y republicanos han mantenido un fuego cruzado sobre el presupuesto del ejercicio 2014, que comienza el 1 de octubre, en un intento por evitar el cierre de servicios públicos, y que de ocurrir reduciría en 1,4% el PIB del cuarto trimestre, según detalla Sala de Inversión.
Por su parte, la Fed se enfrenta a enormes desafíos para llevar a buen puerto la transición desde la era de los QE y la compra de 1 billón de dólares en deuda este año a una política monetaria “normal”, con una tasa más neutral. Pero, mientras siga funcionando a toda máquina el programa de compra de activos de la autoridad monetaria, inversores y gestores de fondos sentirán la necesidad seguir posicionados en el mercado, lo que sugiere que aún quedaría espacio para mayores alzas.
Como es poco probable que a los mercados les dé por pensar que los QE son indefinidos, sobre todo con la tasa de desempleo en constante disminución, persistirá la firmeza de los rendimientos de los treasuries y el encarecimiento de las hipotecas, lo que acabará repercutiendo en el enfriamiento del mercado inmobiliario.
Esta semana el eje de la agenda macroeconómica es el mercado laboral, desde la tasa de desempleo que publicará el Departamento de Trabajo el viernes, anticipada en el 7,3% en septiembre luego de la creación de 180.000 posiciones, al informe del sector privado de la firma ADP, que de acuerdo con las estimaciones sumará 175.000 empleos.
Por orden de importancia otro informe clave es el ISM manufacturero previsto en 55% en septiembre, siete décimas menos que un mes antes, con lo que dejará atrás el máximo de dos años alcanzado en julio. También en el sector fabril se contará con el PMI de Chicago anticipado en 54 puntos en septiembre, y los pedidos a fábrica, que en agosto podrían remontar un 0,3% después de anotarse su mayor declive en cuatro meses en julio (-2,4%) reflejo de la débil demanda global.
Asimismo, el Instituto de Gerencia y Abastecimiento difundirá su índice del sector servicios, que creció a su ritmo más veloz en casi 8 años en agosto en 58,6%. En septiembre se calcula que el ISM de Servicios llegue a 56,9%, indicando una expansión de la actividad en el sector.
Atención en el sector inmobiliario al gasto en construcción,que con un aumento estimado en 0,6% en agosto mantendría la tasa anualizada en más de 900.000 millones de dólares, la más alta en cuatro años.
No obstante, Wall Street más que a cifras estará atento a palabras, en concreto a las de Ben Bernanke, por lo que el presidente de la Fed pudiera revelar (o callar) en su ponencia en la Conferencia de Análisis Bancario auspiciada por el Banco de la Fed de St. Louis el miércoles.