En los últimos tiempos vimos surgir nuevos gurúes financieros que, con métodos nuevos, prometen inversiones rápidas y de grandes ingresos para los ahorristas, así como inversionistas minoristas. Muchas veces estos consejos, si funcionan, pasan a ser solo pasajeros y no representan inversiones estables a largo plazo.
Sin embargo, existe una metodología de inversión que es sencilla, rentable y capaz de afrontar cualquier tipo de desequilibrio en los diferentes contextos económicos. Esta opción no se trata de simplemente invertir en un plazo fijo, en compra de dólares o cualquier activo cripto.
El escritor y analista de mercado, Harry Browne, realizó una teoría de inversión fácil de aplicar y rentable que es capaz de soportar cualquier tipo de turbulencia e inestabilidad económica a la que denominó "cartera permanente".
En qué se basa el método de inversión
El autor en su análisis remarca que es imposible predecir al 100% qué sucederá con el futuro económico a nivel global o nacional, por la cantidad de variables que pueden surgir, pero que sí existen cuatro posibles escenarios económicos.
El primero y más conocido por los argentinos es el escenario de aumento inflacionario, luego le siguen los ciclos de crecimiento deflacionario, recesión deflacionaria y estanflación.
Al saber que existen solo estos cuatro contextos económicos posibles, el autor plantea que es necesario generar una cartera de inversiones con activos que respondan de manera favorable en cada entorno. Algo que se llama "diversificación estructural".
Cómo armar una cartera permanente
Harry Browne asegura que los cuatro activos que responden mejor a estos cuatro posibles escenarios adversos son las acciones, los bonos, el oro y el dinero en efectivo. Aunque esta última opción, en el caso de Argentina, sería el ahorro en dólares, ya que la devaluación del peso es constante.
Este método de inversión fue muy cuestionado por otros académicos, pero aceptado por los ahorristas e inversores minoristas. Para armar una cartera permanente hay que invertir un 25% del capital disponible en bonos, un 25% en acciones, un 25% en otro y los 25% restantes tenerlos en un dinero en efectivo estable.
Su lógica es que alguna de estas inversiones actuará de "cortafuego", alguna de estas inversiones tendrá resultados negativos, pero serán compensados por los ingresos que generen los restantes. Según el contexto económico alguno de estos activos resaltará sobre el resto con beneficios superiores y generará estabilidad para proteger el total del capital a largo plazo.
Está de más decir que estos ejemplos de inversión tienen que manejarse en las condiciones más favorables, como por ejemplo el manejo del efectivo. Esta forma de inversión tiene que estar en base a una moneda estable y aunque habla de tenerla en "efectivo" se refiere a que la posibilidad de acceder a ese dinero tiene que ser rápida.
La teoría es mantener tres tipos de inversiones que se sumen al ahorro en efectivo, y aunque las propuestas de inversión propuestas por el autor podrían variar el método es el mismo. Solo es necesario realizar una elección de activos estables y dejarlos actuar con el tiempo.
Otro de sus consejos es el de realizar revisiones anuales de las inversiones, ya que si se está en constante preocupación por las fluctuaciones del mercado, se podría llegar a tomar decisiones apuradas y poco inteligentes.