El miércoles de la semana pasada los depósitos privados en moneda extranjera se redujeron de u$s 15.576 millones a u$s 15.434 millones. Al día siguiente -último dato publicado por el Banco Central-, aumentaron u$s 15 millones, pero no compensaron la caída de los tres primeros días de agosto, y el saldo negativo fue de u$s 127 millones. Esa caída tuvo correlato en las cifras de reservas brutas del Banco Central. Los esos "argendólares" suman como encajes, por lo que una caída en los depósitos repercute sobre las cifras de la autoridad monetaria. Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, advirtió que hay otros factores a tener en cuenta al contabilizar los depósitos. "Como el Banco Central interviene en el MEP, crea depósitos en dólares, entonces mantiene los depósitos relativamente estables. La caída de depósitos es muy similar a la intervención que está haciendo el Central", explica. "Si no fuera por la intervención de dólares que hace el Central, hoy los depósitos estarían en u$s 10.000 millones y no en u$s 15.000 millones", agregó. Hay otros factores que ayudan a una cierta estabilidad en los depósitos en dólares, según explican diversos actores del sector financiero, con conocimiento. Hay mucha compra de MEP, con récord de volúmenes negociados, lo que provoca un mayor caudal de dólares del sector privado que van a parar a las cajas de ahorro de los bancos. Como el sistema financiero argentino está sólido, ya que los bancos sólo pueden prestarle dólares a las empresas que generan ingresos en esa moneda, tienen demasiada liquidez en moneda extranjera, a la par de que no tienen demanda para préstamos en dólares. Esa es la razón por la cual un plazo fijo en dólares paga, en promedio según las propias estadísticas del BCRA, 0,3% anual. Los bancos no quieren los dólares, si no pagarían mucho más, teniendo en cuenta que la inversión más segura del mundo, como es la tasa del Tesoro de los EE.UU., paga más de 5% anual. Lo cierto es que todo este dólar MEP que se compra queda en las cajas de ahorro de los bancos, ya que la gente no va corriendo a sacarlo, por lo tanto suma a nivel de reservas brutas, algo que al Gobierno mal no le viene. Quienes lo sacan es, en muchos casos, para hacer el puré MEP y venderlos en el blue. Lo que tampoco le viene mal al Gobierno, porque así impiden que el billete suba todavía mucho más. Por otra parte, los bancos tienen muchos billetes de u$s 100 de cara chica, que son los que depositan sus clientes, muchos de los cuales quieren sacárselos de encima y esperan que el banco se los cambie cuando los necesite por los "cara grande" cuando los retiren. Muchos ahorristas deciden no sacar los dólares del banco para evitar los "cara chica", y esperar una semana o dos a ver si consiguen de los más nuevos, con la franja de seguridad azul en el medio, que al ser los más nuevos, son los que tienen más medidas para evitar ser falsificados.