Patricia Boedo renunció hace solo unas semanas a la Comisión Nacional de Valores (CNV) tras 26 años en el organismo y más de tres décadas en el sector público. Luego de ocupar la vicepresidencia durante la gestión conducida por Roberto Silva, afronta ahora un nuevo desafío: será socia en el estudio de abogados Fretes Grinenco, especializado en mercado de capitales, derecho bancario, fusiones y adquisiciones. En su primera declaración pública tras dejar la CNV, Boedo destaca en diálogo con El Cronista el levantamiento del cepo cambiario, el registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV), la tokenización de activos del mundo real, y que jóvenes a partir de los 13 años puedan invertir en el mercado como hitos de la actual gestión. "Esta es una gestión sumamente innovadora, que se focaliza en flexibilizar sin desregular", destaca. Ingresó a CNV en la década de 1990 y lideró diversas áreas del organismo: Emisoras, Productos de Inversión Colectiva, Sumarios e Investigaciones, Secretaría de Directorio, y finalmente fue vicepresidenta. Participó también en la modificación de la actual ley del mercado de capitales y en la creación de Mercado Fondo, uno de los productos estrella de Mercado Pago. -¿Por qué se fue de la CNV? -Porque pasó un tiempo más que prudencial en el ámbito público. Son 30 años entre DGI y CNV. Fue una etapa profundamente formativa y desafiante. Participé en la elaboración de normas clave para el desarrollo del mercado y trabajé siempre con la convicción de que una regulación sólida, clara y precisa es fundamental para generar confianza y atraer inversión. Pero al mismo tiempo necesitaba un cambio, un nuevo desafío. Sentí que era el momento adecuado porque dejaba la CNV en buenas manos. -Esta gestión participó del levantamiento del cepo cambiario. ¿Cómo lo vivió desde adentro? -Lo celebré. Es la segunda vez que estuve en un levantamiento del cepo. El anterior fue en 2015. Estuvimos muy coordinados con el ministerio de Economía y el Banco Central. Aún no es total el levantamiento, pero trabajamos contrarreloj para tener nuestra normativa lista para el lunes que se liberó. -Durante el cepo, el mercado de capitales parecía haberse convertido en una gran casa de cambios. Muchos inversores acudían a él para dolarizarse. Ahora, el mercado tiene que reconfigurarse y ofrecerles a los inversores más valor. ¿Cómo evalúa ese proceso? -Lentamente se está viendo una transformación. Ayudó mucho la tecnología. Hubo un crecimiento en el número de inversores y aumentaron la cantidad de cuentas comitentes a través del uso de la tecnología. Hay un permanente aumento de las facilidades tecnológicas para llegar a los inversores. Desde el ámbito privado se está trabajando muy bien. Los negocios cambiaron. Hay que entender que el mediano y el largo plazo va a aparecer obligatoriamente porque la estabilidad macroeconómica que estamos viendo lleva a que aquellos negocios no funcionen. Creo que los actores lo están entendiendo. -CNV reguló en esta gestión a los criptoactivos. ¿Cómo ve esa irrupción en el mercado de capitales tradicional? -La irrupción de los criptoactivos y de la tecnología blockchain representa uno de los desafíos más disruptivos para los reguladores financieros. No se trata solo de nuevos instrumentos, sino de nuevas lógicas de funcionamiento que cuestionan estructuras tradicionales. El enfoque no debe ser de confrontación sino de integración: hay que trabajar para que estas innovaciones se canalicen dentro de estructuras del mercado de capitales y de su marco regulatorio. Hay puntos de contacto entre los activos digitales y figuras ya existentes que pueden ser una base de integración. La clave es construir puentes: ni desregular completamente ni replicar normativas sin adaptación. La CNV tomó la oportunidad para liderar el proceso de adaptación regulatoria en América Latina. Ya se dieron pasos muy importantes. Los siguientes serán tan o más complicados y deberían centrarse en promover la interacción con actores tradicionales del mercado. -¿Por qué CNV es muy criticada cuando hay casos de estafas a inversores como Generación ZOE o Rainbow Exchange? -No sé si tengo exactamente la respuesta del por qué. Muchas de las cosas que sucedieron fueron con entidades o personas, ya sea físicas o jurídicas, que no estaban registradas, que no tenían control ni regulación por parte de la CNV. En la gestión que lidera Roberto Silva, se hace mucho en materia de comunicación y educación financiera. Esto pasa por la comunicación: el ciudadano común no tiene el conocimiento necesario de las herramientas que realmente le da el regulador. Es un camino difícil y queda mucho por hacer. -¿Qué hay que hacer para que el mercado de capitales sea más profundo, más líquido y pueda financiar más a la economía real? -El mercado ha crecido mucho en términos de instrumentos, actores y sofisticación, pero aún enfrenta desafíos estructurales. Hay una base normativa sólida, pero se requiere continuidad en las políticas y tener una mirada de largo plazo. La educación financiera y la seguridad jurídica son pilares que deben reforzarse. El regulador tiene el rol central de generar reglas claras, previsibles, con mayor cercanía con los actores del sistema. La regulación no debe ser un freno, sino una plataforma que dé confianza y que incentive la formalización, la competencia y la innovación. -¿Qué proyectos destaca de su paso por CNV? -Hay varios momentos que recuerdo con especial satisfacción. El proceso que culminó con la aprobación de Mercado Fondo fue el desafío más grande que me tocó enfrentar. La empresa en la primea reunión en 2017 consultó por el trámite de registro como agente, pero finalmente volvieron a CNV para confirmar que desarrollarían la alternativa que les había propuesto dos meses antes y constituirían un fondo común de inversión. El proceso llevó más de un año, varias reuniones y debates con funcionarios de UIF y BCRA y un trabajo increíble de los líderes de la Gerencia de Fondos Comunes de Inversión que supieron encontrar la forma de implementar el primer FCI de naturaleza digital. ¿Cómo evalúa el impacto de la normativa que autorizó a jóvenes a partir de 13 años a invertir en el mercado? Es una normativa que había sido iniciada en la gestión anterior, que permitía la inversión en fondos comunes de inversión money market. Lo que se hizo fue habilitar a que los jóvenes mayores de 13 años puedan invertir en cualquier otro instrumento del mercado de capitales. Fue una norma bastante resistida y cuestionada en su momento. Obviamente habíamos hecho un análisis, estábamos muy convencidos. Ahora queda pendiente hacer la segunda parte, que es que se pueda invertir en todos los fondos, no solo en los money market. Celebro que en estos últimos meses varios agentes de liquidación y compensación han abierto canales de educación financiera, para acercar a través de las apps información a los chicos. -¿A qué se va a dedicar ahora? A propuesta de Guillermo Fretes, me uní como socia al estudio Fretes Grinenco. Es un estudio especializado en mercado de capitales, derecho bancario, en derecho del consumidor, marcas y patentes. Después de tantos años de experiencia en el ámbito público, puedo seguir contribuyendo desde otros espacios, ya sea asesorando, formando o acompañando procesos de transformación institucional. Quiero seguir construyendo puentes entre lo público y lo privado.