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En las últimas semanas, el dólar se despertó y le puso fin a la "pax cambiaria" en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Este escenario se rompió luego de más de dos meses en los que el tipo de cambio oficial se mantuvo en el rango de los $ 1100 y los $ 1200 para la venta.

Así, aunque, desde que el Gobierno anunció la flexibilización del cepo y la implementación de un nuevo esquema de flotación entre bandas para el dólar, la divisa no registró grandes sobresaltos, en los últimos días dijo presente una "tormenta cambiaria" inesperada para los mercados.

Es que, desde el 18 de junio, cuando el tipo de cambio se ofrecía a $ 1160, el oficial se situó bajo una tendencia alcista (lo mismo ocurrió con el blue, que ahora cotiza a $ 1295). A propósito, el minorista alcanzó el lunes su pico máximo ($ 1295) desde que la administración de Javier Milei liberó controles de cambios para las personas físicas.

Tras varias ruedas cotizando al alza, la divisa perdió $ 20 entre el martes y miércoles de esta semana. Sin embargo, este jueves subió $ 15 y cerró a $ 1290, aproximándose, nuevamente, a su máximo valor desde la salida del cepo.

Esta volatilidad cambiaria, que se originó en el contexto del fin de la rebaja temporal de retenciones al campo, se puede explicar a través de diferentes factores. Uno de los motivos que empujó la suba del dólar fue por una demanda estacional clave: el pago del aguinaldo.

Otra de las causas se puede relacionar a las tensiones preelectorales, en donde los ahorristas se cubren (de pesos a dólares) de cara a los comicios en la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional, y la demanda estacional por turismo (déficit de cuenta corriente).

También influyó el ruido político originado en el Senado, donde días atrás se aprobaron una serie de leyes (aumento extraordinario para jubilados y la restitución de la moratoria previsional, entre otras) que, para el Gobierno, pueden poner en jaque el ancla fiscal.

Lo cierto es que el equipo económico, liderado por el ministro Luis "Toto" Caputo, intervino el miércoles para apaciguar las llamas del fuego que, a priori, generó preocupación en el mercado oficial por un motivo conciso: el tipo de cambio se acercó -como nunca antes en los meses previos- a la banda superior y, además, lo hizo en la previa del desafío electoral en territorio bonaerense.

Si bien el Ejecutivo está cumpliendo a rajatabla su palabra de no comprar o vender dólares dentro de la banda, el Tesoro Nacional adquirió este miércoles u$s 500 millones.

Así lo confirmó Federico Furiase, director y representante del Ministerio de Economía en el BCRA, a través de su cuenta de X (exTwitter), en respuesta a una publicación del medio Bloomberg Línea Argentina.

En síntesis, explicó que este accionar consistió en la "absorción de pesos y acumulación de reservas en USD (dólares) con los $ (pesos) que tiene el Tesoro en la cuenta del BCRA".

Desde elfin de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs), el Banco Central y el Tesoro intervinieron para controlar el exceso de liquidez, defender el tipo de cambio y sostener las tasas de interés, algo que, para los analistas de la consultora Delphos Investment, no fue una decisión 100% acertada.

"Los funcionarios técnicos no deberían con sus medidas técnicas 'levantar olas', y menos aún en un año electoral. Y peor aún si es a menos de dos meses de las elecciones en PBA. La modificación al esquema monetario sustituyendo las LEFIs por LECAPs (títulos de deuda a corto plazo) provocó un cimbronazo en el mundo del dólar y las tasas de interés", señalaron en un informe al que accedió El Cronista.

Presión sobre el dólar: qué medidas tomó el Gobierno para "frenar" al tipo de cambio

Está claro que la gestión mileísta no olvidó su premisa de profundizar la desaceleración de la inflación, cuestión que se acentúa -cada vez más- ante la cercanía de las elecciones bonaerenses y nacionales.

El Presidente quiere llegar a los comicios con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) controlado. Pero claro, para ello la volatilidad en el dólar no debe poner en juego esta intención.

Cuando la divisa oficial estuvo a punto de rozar los $ 1300 para la venta, Economía decretó la eliminación de las LEFIs, que ponían un piso del 29% (TNA) a la tasa en pesos. Sin embargo, esta medida trajo una mayor volatilidad en las tasas de interés que se tradujo en la disparada del tipo de cambio como cobertura.

¿Por qué motivo? La tasa de caución bursátil se desplomó, lo cual generó una "invitación" a pasarse al dólar desde el último jueves. Debido a ello, el Tesoro anunció una licitación exprés para absorber pesos por la extinción de las LEFI, mientras el Banco Central volvió a los pases pasivos (instrumentos de deuda, con una promesa de pago en forma de bonos, títulos, obligaciones o letras) y sigue operando en el mercado de futuros para sostener la banda de flotación.

Desde su perspectiva, los especialistas de Delphos entienden que, lo que inicialmente fue "una suba de la divisa estadounidense alentada por el Tesoro, terminó en las clásicas jornadas de volatilidad e incertidumbre".

Y resaltaron: "El Tesoro 'entregó' la curva pesos para intentar terminar con el descalabro generado". Es que el punto clave de esta cuestión es entender, más allá de si la batería de medidas tuvo impacto o no, cuán sostenible es el esquema para absorber pesos.

"En el camino quedan algunas dudas sobre lo actuado, especialmente dado que, a este nivel del dólar y con este nivel de tasas, se podría renovar el 'carry trade', dándole oxígeno al Gobierno en este frente sin haber pagado un costo político tan elevado, al menos hasta ahora, por lo que se ve en el relevamiento de inflación semanal", explicaron desde la consultora.

Dólar preelectoral: qué espera el mercado para las próximas semanas

El dólar oficial, que había perdido $ 20 entre el martes y miércoles, cerró este jueves a $ 1290 para la venta y quedó a $ 5 de volver a tocar su máximo desde la flexibilización de los controles de cambios. Además, desde que comenzó julio, la divisa acumula una suba de $ 75.

La intervención del Gobierno en el mercado tiene un claro objetivo: sostener el tipo de cambio de cara a las elecciones y, además, evitar que potenciales subas se trasladen a la inflación. Es que, para Milei, la reducción del IPC desde su llegada al poder es un pilar fundamental y, claramente, su mayor activo político.

"Que el dólar no llegue 'ni caro ni barato' a la elección era una hipótesis que barajábamos. Este camino creemos que comenzó a transitarlo ordenadamente el Gobierno a finales de junio, para desembocar en estas últimas ruedas caóticas", analizaron los expertos de Delphos.

Y consignaron: "Ahora deberá estabilizar (el Ejecutivo) nuevamente el barco, con un tipo de cambio más elevado, pero deberá lograr una rápida compresión de las tasas de interés. Y en el medio, seguir comprando dólares en bloque".