Desplome Credit Suisse: seis claves para entender la debacle del gigante suizo

Las acciones de Credit Suisse se desploman hasta 30% el miércoles. El banco suizo es la segunda entidad bancaria más importante de Suiza y ha estado en medio de crisis y problemas. Estas van desde una perdida abrupta en su balance, retiro masivo de depósitos, irregularidades con la presentación de sus números e informes, así como también, una problemática reestructuración interna y dirigencial. Hoy las acciones valen menos del 10% de lo que valían en 2021 y un 3% de lo que valían en sus máximos históricos. En las últimas horas, los bancos regionales en EE.UU. han estado en el centro de atención ya que Sillicon Valley Bank quebró junto con otros bancos que tuvieron que ser rescatados. Sin embargo, en el dia de hoy se dio un cimbronazo en Wall Street ya que hay temores sobre el primer gigante del sistema financiero internacional: Credit Suisse. Sus acciones se desploman 25% en el día de hoy y acumulan una caída del 98% desde sus máximos históricos. No se trata de cualquier banco, sino que es la segunda mayor entidad bancaria de Suiza, con 167 años de historia. Existen varias explicaciones para entender porque la acción se desploma de esta manera. Como primera explicación al histórico desplome del banco suizo, Credit Suisse lleva ya dos años seguidos de pérdidas millonarias. En 2021 perdió más de un$s 1700 millones de dólares y en 2022 las pérdidas se multiplicaron por 5 a u$s 7700 millones. En medio de esa importante perdida en los balances, el banco suizo comenzó a sufrir retiros de depósitos. Solamente en 2022 sufrió retiros por u$s 132.800 millones. El banco dijo el martes que los retiros habían continuado en este mes, incluso después de que comenzó una gran campaña para recuperar la confianza de los clientes. Para poder explicar las pérdidas que sufrió el banco se destaca su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Greensill. Por otro lado, el Tribunal Penal Federal de Suiza condenó a Credit Suisse en junio por no evitar el lavado de dinero de una banda búlgara de traficantes de cocaína, según Newsweek. Los inversores también continúan evaluando el impacto del anuncio del banco el martes de que había encontrado "debilidades materiales" en sus procesos de información financiera para 2022 y 2021. El prestamista suizo reveló la observación en su informe anual, que inicialmente estaba programado para el jueves pasado, pero se retrasó debido a una llamada tardía de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. La conversación de la SEC se relacionó con una "evaluación técnica de las revisiones previamente divulgadas a los estados de flujo de efectivo consolidados en los años que terminaron el 31 de diciembre de 2020 y 2019, así como los controles relacionados". En ese sentido, Credit Suisse retrasó la publicación de su informe anual de la semana pasada. El presidente ejecutivo, Ulrich Koerner, trata de impulsar una reestructuración como un intento de devolver la rentabilidad al banco, aunque sin éxito por ahora. Por otro lado, en medio de la crisis en sus balances, también existieron factores que afectaron al banco en cuanto a su reputación. La crisis en su parte dirigencial terminó afectando al banco y llevó a que la entidad suiza tenga que iniciar una importante reestructuración directiva en los dos últimos años. En enero del pasado año el entonces presidente de la entidad, Antonio Horta-Osorio, se vio obligado a dimitir por descubrirse que había viajado y asistido a un evento deportivo cuando se encontraba supuestamente en cuarentena durante la pandemia. Su sucesor, Alex Lehman, fue recientemente investigado por el regulador financiero de Suiza, la Finma, a raíz de afirmaciones lanzadas por éste sobre la situación financiera del banco que se pensó que podrían haber inducido a error a potenciales inversores. Lehman afirmó, en declaraciones a la radio pública suiza en diciembre, que el banco de Zúrich estaba logrando un retorno de su liquidez cuando éste, en realidad, sufría una huida de capitales. Hoy el mercado ve una elevada probabilidad de default sobre los bonos de Credit Suisse y los seguros contra default de los mismos se dispararon. Además de la crisis política, el banco suizo también fue investigado por haber respaldado el capital de personas ligadas a la corrupción. Distintos medios de comunicación internacionales acusaron al banco de haber guardado durante décadas fortunas de personas ligadas a la corrupción. Esas fortunas incluían las de personas ligadas a la petrolera estatal de Venezuela, líderes de Oriente Medio o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores de EE.UU. en materia antiterrorista. El banco negó esas acusaciones, pero la imagen se vio finalmente afectada. En medio de la crisis en el management de la compañía, el banco se decidió iniciar un proceso de reestructuración interna. El mismo fue iniciado en octubre del pasado año, que incluyó una ampliación de capital por u$s 4300 millones, junto con el despido de 9.000 trabajadores en todo el mundo y un recorte del 15% de sus gastos. La ampliación de capital supuso que el Banco Nacional Saudí se convirtiera en el principal accionista de la firma, al invertir 1.500 millones de francos (1.530 millones de euros) en participaciones de la entidad. Hoy el Banco Nacional Saudí posee el 9,9% de las acciones de Credit Suisse. Justamente, la caída en las acciones del banco suizo se produjo después de que el presidente del mayor accionista de Credit Suisse, Saudi National Bank, dijo en una entrevista televisiva de Bloomberg que el prestamista no estaba considerando aumentar su inversión porque desencadenaría reglas regulatorias. Tras la banca estatal saudí se sitúa la Autoridad de Inversión de Qatar (QIA), gestora del fondo soberano del emirato, con un 5,03% de las papeletas, y les sigue el grupo saudí Olayan, ligado a una rica familia del país árabe, con un 5% de las acciones. De esta manera, los problemas que encadena el banco, protagonista de titulares negativos desde hace cuatro años, alientan los rumores de quiebra y de que se convierta en una suerte de 'Lehman Brothers suizo'. La prensa económica de Suiza también baraja la posibilidad de que sea absorbido por su principal competidor en el país, es decir, el banco suizo UBS. La caída en las acciones de Credit Suisse se dan también en un contexto de vulnerabilidad para el sistema financiero global. En la última semana quebró el banco Silicon Valley Bank a la vez que los reguladores en EE.UU. debieron salir al rescate de varios bancos regionales. Las acciones de los bancos colapsaron en promedio 15% en los últimos días. La suba de tasas de la Fed que llevó a los tipos de interés al 4,5% de una manera históricamente agresiva, comienza a generar coletazos y crisis en distintas partes de la economía, siendo estos bancos los primeros damnificados. Durante su intervención en la Conferencia del Sector Financiero en Arabia Saudita, el presidente del banco suizo Credit Suisse, Axel Lehmann, dijo que no sería exacto comparar los problemas de Credit Suisse con el reciente colapso de Silicon Valley Bank, en particular porque los bancos están regulados de manera diferente, añadió la noticia de la agencia. Los comentarios de Lehmann se producen en un momento en que el mayor accionista de Credit Suisse, el Saudi National Bank, dijo que no compraría más acciones del banco suizo por motivos regulatorios.

Desplome Credit Suisse: seis claves para entender la debacle del gigante suizo

Es la segunda entidad bancaria más importante de Suiza y ha estado en medio de crisis y problemas. Hoy las acciones valen menos del 10% de lo que valían en 2021 y un 3% de su valor máximo histórico.

Julián Yosovitch

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