
Los ministros de finanzas europeos mantendrán hoy una reunión de emergencia en un esfuerzo por reducir diferencias en cuanto al paquete de rescate de 172.000 millones de euros (u$s 247.000 millones) para Grecia.
El acuerdo de salvataje corre riesgo de fracasar debido a la creciente disputa entre Berlín y el Banco Central Europeo (BCE) sobre el rol de los bonistas privados.
Los altos funcionarios de Europa señalaron que el endurecimiento de las posiciones de ambos lados resta probabilidades de que se resuelva el punto muerto al que se ha llegado. No obstante, tienen esperanzas de que los ministros de la eurozona podrán centrarse en la controversia, para que los negociadores lleguen a un acuerdo antes de la reunión ministerial la semana próxima, donde se deben definir los detalles finales del programa.
Tenemos que aclarar algunas alternativas básicas, comentó un funcionario cercano a las negociaciones. Quizás tendremos que trabajar sobre la base de varias opciones, pero iremos descartando algunas para encontrar una manera más positiva de avanzar.
Lo que se discute es si pedir a los actuales tenedores de bonos griegos que los canjeen por los nuevos bonos de mayor vencimiento, que postergarían los pagos griegos hasta fines de la década, un plan respaldado por Alemania.
El BCE rechaza esa iniciativa, porque insiste en que eso representaría un default de hecho. En cambio, quiere que los bonistas cuya deuda vence en los próximos tres años compren voluntariamente deuda nueva con vencimiento a más largo plazo.
El BCE y el gobierno de Francia piensan que con ese plan es menos probable provocar un default y por consiguiente una agitación en los mercados.
El camino que se tome será fundamental para determinar cuántos fondos para un nuevo rescate obtendrá Grecia de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Angela Merkel afirmó a los alemanes escépticos que es esencial respaldar otro paquete de rescate para Grecia porque una cesación de pagos de la deuda soberana provocaría desastrosas consecuencias para la economía germana.
No deberíamos hacer nada que ponga en peligro la recuperación del mundo y de Alemania, señaló Merkel agregando que la quiebra de Lehman Brothers, el banco de inversión, provocó una caída de 5% en la economía más grande de Europa.
El paquete de rescate de Grecia que el año pasado (a cargo de la Unión Europea y del FMI) no fue bien recibido en Alemania, donde los votantes sintieron que el gobierno no debiera ayudar a salvar a un país considerado por algunos como irresponsable y derrochador.











