A comienzos del año, los observadores de la Reserva Federal estaban preocupados por tres amenazas al banco central en 2025: que Donald Trump impusiera aranceles con efectos estanflacionarios, ejecutara una política fiscal inflacionaria y socavara la independencia de la Reserva Federal. Hizo todo eso. Pero el jueves pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos prácticamente eliminó una de las amenazas que pesaban sobre la Fed. En un fallo de emergencia, la mayoría del tribunal decidió queGwynne Wilcox -quien fue despedida sin causa por Trump de la Junta Nacional de Relaciones Laborales en enero- no volverá a su antiguo puesto mientras el caso se resuelve en tribunales inferiores. La Corte Suprema también indicó su disposición a revocar 90 años de jurisprudencia al considerar inconstitucional que el Congreso cree cargos en juntas similares en los que los funcionarios estén protegidos contra despidos, salvo en casos de conducta gravemente indebida. Todo esto sonaba bastante mal para los gobernadores de la Fed, que tienen exactamente ese tipo de protección establecida por ley del Congreso. Pero entonces, la mayoría del tribunal dio un giro inesperado en su razonamiento. Aunque los banqueros centrales estadounidenses tienen las mismas protecciones, están empleados por "una entidad cuasi privada con una estructura única", por lo que se aplicarían reglas diferentes. Eso es una mala noticia para Wilcox y otros funcionarios públicos despedidos por Trump, pero una buena noticia para Jay Powell, el presidente del sistema de la Reserva Federal, y los demás gobernadores. El fallo no tuvo mucho sentido lógico, ya que las protecciones son idénticas. Así lo expresó Lev Menand, de la Facultad de Derecho de Columbia, al Financial Times, y también fue la postura de los tres jueces disidentes. Pero lo que vos, yo, Menand o la minoría de la Corte pensemos, francamente, no importa: porque quien decide es la mayoría de la Corte Suprema. Powell celebró su nueva seguridad con una audaz interpretación del famoso cartel británico de reclutamiento de la Primera Guerra Mundial: "Papá, ¿qué hiciste en la Gran Guerra?". Elogiando a las universidades estadounidenses como "un recurso nacional crucial" en un momento en que la administración las ataca, les dijo a los graduados de Princeton que lucharan por la democracia estadounidense. "Cuando miren hacia atrás dentro de 50 años, van a querer saber que hicieron todo lo posible por preservar y fortalecer nuestra democracia, y acercarnos cada vez más a los ideales atemporales de los fundadores", dijo Powell. Los cargos de los funcionarios de la Fed podrían estar seguros, pero su reputación aún depende de cómo respondan a las amenazas fiscales y arancelarias que se ciernen sobre la economía estadounidense. Vale la pena documentar cómo cambiaron las expectativas del mercado y de los analistas sobre la política monetaria de la Fed en el último mes. A principios de mayo, los riesgos de estanflación provocados por los aranceles dominaban el panorama. Existía el temor de que fuertes aumentos arancelarios desaceleraran drásticamente la economía estadounidense y obligaran a la Fed a flexibilizar su política monetaria, incluso si la inflación seguía en alza. A pesar de la declaración explosiva del viernes -cuando Trump amenazó con subir los aranceles a las importaciones de iPhones y productos de la UE-, la visión emergente es que un presupuesto expansivo y aranceles menos severos disiparon parte del riesgo recesivo que habría forzado una baja de tasas. Las expectativas del mercado sobre las tasas de interés futuras en EE.UU. ahora son considerablemente más altas en toda la curva, con un aumento de aproximadamente 0,5 puntos porcentuales. La visión del mercado es que la Fed tardará más en recortar las tasas, pero que el nivel proyectado para fines de 2026 será aproximadamente el mismo que en abril. Si, en cambio, observamos las tasas futuras proyectadas para fines de 2025 y 2026, queda claro que en mayo creció la percepción de que la Fed querrá esperar y observar antes de modificar las tasas. El Radar de Política Monetaria del Financial Times sostiene desde abril que un escenario central sensato sería que no haya recortes de tasas en EE.UU. en 2025, con un escenario alternativo que contemple una flexibilización significativa. Consideramos que los riesgos de cada uno son bastante similares.