La guerra comercial entre Estados Unidos y China contribuyó a la desaceleración de las inversiones de capital que hace Bunge, una comercializadora de granos global con gran presencia en el cinturón agrícola norteamericano.
Los mayores aranceles han cambiado la dirección de los flujos mundiales de soja. China ahora favorece a Brasil por sobre EE.UU. cuando busca satisfacer su demanda de 100 millones de toneladas.
Bunge, la procesadora de oleaginosas más grande del mundo, tiene activos para la exportación de granos en América del Norte y América del Sur. Pero la disputa comercial complicó la toma de decisiones de la compañía en cuanto a dónde seguir invirtiendo, afirmó el CEO Greg Heckman, durante una entrevista en la sede central de la comercializadora.
Cuando Bunge analiza la inversión en activos fijos, estudia "todos los acontecimientos posibles que pueden producirse y se asegura de que estemos cómodos con el resultado bajo todos esos escenarios", explicó Heckman. "Agregamos nuevos datos a esa prueba de estrés debido a la tensión entre EE.UU. y China".
Heckman asumió como CEO del grupo este año cuando la compañía se embarcó en una revisión estratégica de las unidades de negocios presionado por dos inversores activistas. Las acciones de Bunge subieron desde su llegada pero siguen a menos de la mitad de su nivel máximo de hace una década.
Bunge delineó planes para gastos de capital por u$s 500 millones este año, una leve suba respecto de 2018, pero muy por debajo de los u$s 1000 millones que se invertía anualmente a principios de esta década. La compañía tiene complejos de silos para granos, puertos y plantas procesadoras, todos activos necesarios para mover más de 150 millones de productos agrícolas por año.
Los resultados del segundo trimestre anunciados por la compañía reflejaron que hubo menores exportaciones desde América del Norte como resultado del conflicto comercial entre EE.UU. y China que comenzó en 2018.
Heckman anteriormente había dicho que la compañía sería reacia a invertir capital en proyectos que no dan buenos resultados. Bunge anunció que la sede global se mudará de White Plains, Nueva York, a St Louis, Missouri.
"De todas formas retiramos la inversión de capital porque conducimos mejor nuestro negocio", dijo Heckman. Refiriéndose a la disputa comercial, agregó: "En este entorno, es más sensato con toda esta incertidumbre desacelerar la inversión hasta que se despeje el humo".
La compañía se embarcó en una revisión general de su cartera, un proceso que Heckman espera esté concluido en la segunda mitad de 2020. El primer resultado concreto de eso fue el anuncio de que su firma de azúcar brasileña formará un joint venture con BP, eliminando una unidad deficitaria que fue resultado de una inoportuna adquisición en 2010 .
