

Al conducir por Lanfang resulta claro que el auge inmobiliario de China se sigue consolidando. En un semáforo, alguien golpea la ventanilla del auto para ofrecer un folleto que promociona un nuevo desarrollo inmobiliario, Lion City. Un segundo folleto es colocado bajo el limpiaparabrisas y rápidamente un tercero, publicitando Happy City.
Un mercado inmobiliario al rojo vivo no es algo inusual en China, donde los precios de los bienes raíces se dispararon en la última década. Pero lo que está sucediendo en Lanfang, a una hora en auto de Beijing, así como también en otras ciudades es algo nuevo y potencialmente mucho más riesgoso que todo lo visto anteriormente. Desde 2010, el gobierno está tratando de enfriar el mercado inmobiliario e hizo prácticamente imposible que los desarrolladores puedan obtener préstamos de los bancos. Hambrientos de efectivo, éstos tuvieron que desacelerar la actividad.
Sin embargo ahora las inmobiliarias tienen acceso a fondos nuevamente. Este dinero no proviene de los bancos, ya que los controles regulatorios siguen vigentes. En cambio, los desarrolladores están recurriendo al sistema bancario informal de China, una compleja red de canales de financiación no comprendidos en la banca formal.
La banca informal está floreciendo en China y esto convierte a las instituciones no bancarias en una fuente de crédito tan importante como los mismos bancos - algo que nunca sucedió antes. Los bancos chinos, las principales agencias de calificación y el Fondo Monetario Internacional advirtieron sobre los riesgos que implica esta ola de préstamos poco regulados y algunos hasta trazan paralelismos con las economías desarrolladas antes de la crisis financiera global. Pero el gobierno chino ha adoptado una postura permisiva.
La gran mayoría de las actividades financieras realizadas por instituciones no bancarias de China está regulada. No es como en otros países donde escapan completamente a la regulación, dijo Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Central de China.
A pesar de este indicio de confianza, el alcance y la efectividad del control regulatorio dan lugar a controversias. El presidente del Banco de China, un gran organismo de crédito comercial, es mucho más franco acerca de los riesgos potenciales asociados a la banca informal.
La banca informal en China adopta varias modalidades. La más básica es la de los prestamistas ilegales que operan principalmente en regiones costeras ricas y otorgan préstamos a altas tasas de interés a las pequeñas empresas que a menudo son ignoradas por los bancos tradicionales.
Pero la mayor parte de la banca en la sombra en China es legal. Las principales instituciones no bancarias son fideicomisos, empresas afines a los fondos de cobertura que apuntan a los inversores ricos y prometen retornos altos a cambio de préstamos a clientes de riesgo, especialmente los desarrolladores inmobiliarios. Una serie de empresas industriales, desde astilleros a petroleras, también realizan actividades bancarias en la sombra como negocio secundario.
Las estimaciones acerca de la magnitud de la banca en la sombra varían ampliamente según cómo se la defina. Atando varios cabos de datos oficiales, el economista de UBS Wang Tao cree que no es inferior a 13,6 billones de renminbis (u$s 2 billlones), o cerca de una cuarta parte del PBI de este año, y podría llegar a alcanzar 24,4 billones de renminbis, casi 50% del PBI.
A pesar de las dificultades de los cálculos, una cosa es evidente: su rápido crecimiento. Los fideicomisos, la columna vertebral del sector bancario en la sombra, tenían 6,3 billones de renminbis en activos bajo su administración al final del tercer trimestre, 54% arriba con respecto al año anterior y cinco veces más que al inicio de 2009. Desde KPMG señalan que este año los fideicomisos podrían superar a los seguros como el segundo mayor componente institucional del sistema financiero chino, solo más pequeños que los bancos.
Un funcionario de alto rango de un banco comercial que se desempeño como regulador hasta el año pasado dice que la complejidad de los productos en la sombra también está aumentando. "Comenzamos a acercarnos a un grado como el que vimos en la crisis financiera que tuvo lugar en occidente. Se crean productos que los reguladores no llegan a entender totalmente, los bancos no llegan a entender totalmente y los clientes tampoco", afirmó el funcionario bancario.
Cuando los chinos ricos invierten directamente en productos de fideicomiso, está claro que se trata de finanzas en la sombra. Es menos evidente en el caso de los productos de administración de riqueza (WMP, por su sigla en inglés) - pero éstos son el combustible de las finanzas en la sombra.
Los bancos ofrecen productos de administración de riqueza a sus clientes como una alternativa con mejores rendimientos que los depósitos comunes. Aunque éstas son instituciones de crédito tradicionales, no revelan en detalle que los mayores rendimientos se obtienen al poner gran parte del dinero a trabajar en el sistema en la sombra.
Los bancos emitieron solamente 800.000 millones de renminbis en productos de administración de riqueza en 2007, pero se espera que superen los 20 billones de renminbis este año, según datos de CN Benefit, una consultora en administración de riqueza. En efecto, por cada tres renminbis que se ahorran en los bancos tradicionales, los hogares y empresas del gigante asiático pronto estarán depositando uno en los bancos en la sombra.
El Banco de Construcción de China, el segundo más grande del país por activos, ofrece productos de administración de riqueza de una forma que es común entre sus pares. Afuera de la sucursal del distrito de Chaoyang, en Beijing, una pantalla gigante detalla las últimas ofertas de este tipo de producto. Pero la encargada de ventas no sabe cómo explicar exactamente qué financian: "El departamento de inversiones maneja estos fondos. Ni siquiera nosotros sabemos en qué invierten".
En su informe de estabilidad financiera global del mes de octubre, el FMI señaló que esta opacidad constituye una inquietud: "Como no se revela información detallada sobre estos activos, resulta difícil evaluar el riesgo crediticio subyacente".
Para preparar este artículo, Financial Times analizó más de 50 productos de administración de riqueza disponibles en los bancos chinos. La gran mayoría proporcionó descripciones vagas de cómo se iba a utilizar el dinero. El Banco de Comunicaciones, por ejemplo, explicó que de 30% a 100% de los fondos obtenidos a través de uno de sus productos de administración de riqueza se invertiría en bonos, instrumentos del mercado monetario o del mercado interbancario - y que hasta 70% podría dirigirse a productos de fideicomiso -, sin dar más detalles.
De los productos analizados, Financial Times identificó solo uno que especificaba su objetivo de inversión. Cuando el Banco de Hebei vendió un WMP a un año al 5,5% en octubre, la letra chica del contrato decía que era para financiar un préstamo fiduciario a RiseSun Holding Company, la controlante de RiseSun Real Estate Development, una de las principales empresas inmobiliarias de Langfang.
Langfang, una ciudad de unos 700.000 habitantes, se encuentra bajo una gruesa capa de smog entre Beijing y Tianjin, las cuales tienen una población de más de 10 millones. En Green Mansion, un complejo de 10.000 departamentos que es uno de los seis desarrollos de Risesun en construcción en Langfang, un agente de ventas habla con entusiasmo sobre la ciudad. Pero Risesun no es la única compañía que quiere quedarse con este mercado, como lo demuestran los folletos de anuncios inmobiliarios.
Para mantenerse a la cabeza, RiseSun se ha ampliado rápidamente. Según la revista financiera china Moneyweek, la empresa "ha comprado tierras a lo loco", con dinero proporcionado por su controlante que, a su vez, colocó capital como garantía en empresas fiduciarias. La estructura del acuerdo podría hacer que RiseSun Real Estate, la entidad cotizante, parezca menos endeudada ya que es RiseSun Holding, la compañía controlante, la que está tomando préstamos de fuentes eternas.
Esto significa que los clientes del Banco de Hebei que adquirieron productos de administración de riqueza, pensando que son tan seguros como los depósitos, en realidad, han estado financiando préstamos en la sombra a un desarrollador inmobiliario endeudado.
Traducción: Natalia lvarez










