

Un trabajo del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (Iedi) mostró que el déficit de la balanza comercial industrial de Brasil se profundizó en 2012. Entre enero y septiembre del año pasado, el saldo negativo era de u$s 35.300 millones. En el mismo período de 2012, el rojo alcanzó los u$s 38.700 millones.
La participación de los productos industriales en la exportación brasileña avanzó de 57,7% en los primeros nueve meses de 2011 a 58,3% en el mismo intervalo de este año. El cálculo considera la clasificación de los bienes exportados de acuerdo a los criterios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Sin embargo, el aumento no se explica por el buen desempeño de los industrializados, sino por la pérdida de participación que provocó la caída de precios de los productos del segmento agropecuario y de extracción mineral, según el economista Rogerio César de Souza, del Idei.
Para De Souza, no habrá una recuperación inmediata del saldo de la balanza de la industria, a pesar de la desvalorización del real ante el dólar. El economista del Iedi señaló que la depreciación de la moneda nacional marcó la diferencia. Alteró el orden de la cadena productiva doméstica, dijo. La desestructuración hace que se necesite más tiempo para revertir el deterioro, agregó.
Además, contribuye negativamente la caída de la demanda por la desaceleración económica de China, Europa y Estados Unidos. Observando la exportación de acuerdo a la clasificación de la intensidad tecnológica, es posible ver un déficit más bajo de los productos de alta tecnología en relación al año pasado. Pero el saldo negativo continúa siendo alto. Aunque el déficit de u$s 22.600 millones en los primeros nueve meses solo no es más alto que el de 2011.
Los embarques de alta tecnología sumaron entre enero y septiembre de este año u$s 7.100 millones, lo que significa un aumento de 6% en relación al mismo período del año pasado. Las importaciones de esos productos registraron un ligero retroceso, de 0,6%.
La industria de mediana y alta tecnología, cuyo déficit aumentó, y el segmento de baja tecnología, que presentó un superávit inferior al año pasado empujaron el deterioro de la balanza de la industria de productos elaborados.
La industria de mediana y alta tecnología es, desde 2008, la que más contribuyó con el déficit de la industria de elaborados. En los primeros nueve meses de este año, el segmento presentó un saldo negativo de u$s 39.300 millones, lo que representa u$s 1.000 millones de déficit con respecto al mismo período del año pasado.
Dentro de la mediana y alta tecnología, llama la atención el sector de vehículos, remolques y semirremolques. Considerando el período que va de enero a septiembre, ese sector era superavitario hasta 2008. A partir de 2009, se acentuó el deterioro año por año y alcanzó un déficit de u$s 5.400 millones en los primeros nueve meses de 2012, ante un saldo negativo de u$s 5.000 millones en igual intervalo del año pasado.
Según De Souza, preocupa el desempeño de las industrias de mediana y baja tecnología y de baja tecnología. La balanza de los bienes de mediana y baja tecnología era superavitaria entre enero y septiembre desde 1989, cuando comenzó a relevar los datos el Iedi. Sin embargo, a partir de 2010 el saldo de ese tipo de industria comenzó a dar señales negativas. En los primeros nueve meses de 2012, el déficit fue de u$s 5.500 millones, lo que significa una caída de 1,8% en el saldo negativo en relación al año pasado.
En la industria de mediana y baja tecnología, los sectores más importantes son los de productos metálicos y los de petróleo refinado, según De Souza. Los déficits de la industria de petróleo refinado suelen compensarse a través de los saldos positivos de los productos metálicos.










