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La ciudad de Salamanca se alza como uno de los destinos patrimoniales más notables de España. Su armonía arquitectónica, marcada por la piedra dorada de Villamayor, junto con siglos de historia universitaria, la convierten en una parada obligada tanto para viajeros nacionales como internacionales. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conserva un casco histórico excepcionalmente bien preservado.
Recientemente, National Geographic ha destacado a Salamanca entre las ciudades más hermosas del país. La publicación subraya no solo su riqueza monumental, sino también el ambiente vibrante que generan su vida estudiantil, su oferta cultural y su singular legado renacentista.

Por qué Salamanca es considerada como la “Oxford española”
La Universidad de Salamanca abrió sus puertas en pleno siglo XIII, tras la concesión del título de Estudio General por el rey Alfonso IX de León en 1218. Desde entonces, su presencia ha marcado el latido académico y cultural de la ciudad. Sus muros han acogido generaciones de estudiantes, sabios y visitantes que han hecho de la universidad un símbolo vivo de conocimiento y tradición.
Los símbolos del saber se multiplican: la Biblioteca General Histórica, ubicada en las Escuelas Mayores, es la más antigua de España en funcionamiento universitario. Y en cada rincón del casco histórico se respira ese carácter estudiantil: sus calles están surcadas por cafés donde se discute, palacios adaptados a colegios mayores y un ambiente que nunca duerme del todo.
Es precisamente por esta vitalidad académica y cultural es parte clave de por qué se habla de Salamanca como la “Oxford española”.
Qué hace tan especial el casco histórico de Salamanca
La piedra de Villamayor, con su tonalidad dorada, tiñe las fachadas de Salamanca y convierte cada atardecer en una postal única. La Plaza Mayor de Salamanca, se construyó entre 1729 y 1756 en estilo barroco, con un diseño armónico cerrado que la convierte en una de las plazas más bellas de Europa.
El casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, por su conjunto monumental bien conservado. Las dos catedrales —la Vieja, románica, y la Nueva, gótica‑renacentista— se alzan como testigos de siglos de historia y fe.
Visitar Salamanca es sumergirse en una historia contada por colegiales del siglo XVII, estudios financieros del XVIII, cafés de tertulia del XIX.

Qué puede esperar el visitante al recorrer Salamanca hoy
Más allá de los monumentos, Salamanca es una ciudad viva. Su carácter universitario se traduce en movimiento continuo: cafés abiertos, estudiantes que invaden las terrazas y una agenda cultural que no descansa. En 2025 fue reconocida como mejor destino urbano según los Premios de los Lectores de Viajes National Geographic.
La gastronomía también juega su papel. Platos como el hornazo, el jamón de Guijuelo o el farinato aportan sabor a una estancia que sabe a historia y a alimento para el viajero.
Cómo llegar a Salamanca desde Madrid
- Tomar C. de Segovia, P.º de la Virgen del Puerto, P.º de la Florida, Av. de Valladolid y Ctra. el Pardo/M-500 hacia M-30.
- Conducir por A-6, AP-6, AP-51 y Autovía de la Cultura/A-50 hacia Ctra. Madrid/N-501 en Santa Marta de Tormes.
- Continuar por Ctra. Madrid/N-501. Seguir por P.º de Canalejas hacia Salamanca.
La distancia es de 215 km. y el tiempo de viaje es de dos horas 20 minutos.











