En la provincia de Alicante, a orillas del mar Mediterráneo, se encuentra Altea, un pintoresco pueblo que ha capturado la atención de viajeros y medios internacionales por su encanto singular. Conocido como el "Santorini español", este destino combina la belleza de sus calles encaladas con un ambiente artístico y una rica historia.
Este sobrenombre no es casualidad. Altea comparte similitudes con la famosa isla griega: casas blancas que reflejan la luz del sol, cúpulas azules que destacan en el horizonte y vistas panorámicas al mar que quitan el aliento. Estas características han convertido a Altea en uno de los destinos más codiciados de la Costa Blanca.
Un casco antiguo lleno de historia y arte
El corazón de Altea es su casco antiguo, un entramado de calles empedradas y estrechas que serpentean hasta la cima de una colina. En la cúspide se erige la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, reconocible por sus cúpulas de tejas azules y blancas, símbolo indiscutible del pueblo. Este templo, construido a principios del siglo XX, se alza en el lugar donde anteriormente existía una iglesia del siglo XIV.
Pasear por estas calles es sumergirse en un ambiente bohemio. Numerosos artistas han encontrado en Altea su hogar, estableciendo talleres y galerías que salpican el casco antiguo. Esta atmósfera creativa ha consolidado a Altea como un referente cultural en la Comunidad Valenciana.
Playas y naturaleza: el complemento perfecto
Más allá de su patrimonio arquitectónico, Altea ofrece una costa salpicada de playas y calas de aguas cristalinas. Aunque sus playas son de guijarros, la transparencia del mar invita al baño y a la práctica de deportes acuáticos. Entre las más destacadas se encuentran la Playa de la Roda y la Playa de la Olla, esta última conocida por su ambiente tranquilo y vistas privilegiadas al Peñón de Ifach.
Para los amantes del senderismo, la cercana Sierra de Bernia ofrece rutas que serpentean entre montañas, brindando panorámicas inigualables de la comarca de la Marina Baja. Estas caminatas permiten descubrir la flora y fauna autóctonas, así como antiguas fortificaciones y fuentes naturales.
Gastronomía y festividades tradicionales de Altea
La gastronomía alteana es otro de sus grandes atractivos. Los restaurantes del casco antiguo y del paseo marítimo ofrecen delicias como el arròs a banda, el suquet de peix y la coca a la llumà, platos que reflejan la tradición marinera del pueblo. Además, la repostería local deleita con dulces como los pastissets de boniato y las cocas de almendra.
Las fiestas patronales de Altea, celebradas en honor a la Virgen del Consuelo en septiembre, son una manifestación vibrante de la cultura local. Desfiles de moros y cristianos, conciertos y eventos religiosos llenan las calles de color y música, atrayendo a visitantes de todas partes.
Cómo llegar a Altea desde Alicante
- Acceder a A-70 desde Av. de Jaime II y Avinguda de Dénia/N-332.
- Conducir por AP-7. Toma la salida 637 de AP-7.
- Continuar hacia N-332 en Altea.
La distancia entre ambos puntos es de 58 km. y el tiempo de viaje es de 45 minutos.