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El mundo del turismo de lujo tiene una nueva joya en Europa: un hotel boutique con el sello de Lionel Messi. Desde hace años, el astro del fútbol apuesta por proyectos que combinan alto nivel y diseño cuidado, consolidándose como inversor en el sector.

Sin embargo, su más reciente apuesta levantó polémica por una situación inesperada: esta vez, el exBarcelona se ha volcado al segmento solo adultos con un hotel ubicado en la isla de Mallorca.

El edificio, restaurado con mimo en el municipio de Sóller, cuenta con solo nueve habitaciones, piscina, spa y restaurante gourmet. Lo que genera debate es su política: no se permite el ingreso de menores.

Un refugio íntimo con el sello de Lionel Messi

El nuevo proyecto de la cadena MiM Hotels, que Messi gestiona junto a su familia, se ubica en una casona señorial del siglo XVII adaptada con una estética minimalista y mediterránea. El mismo fue comprado en 2019, por una suma millonaria.

Con pocas habitaciones, la intención es ofrecer a los huéspedes un entorno de máxima privacidad, donde la tranquilidad sea protagonista. Además, el espacio está equipado con una piscina al aire libre con vistas, un spa completo y un restaurante que destaca ingredientes locales.

El diseño prioriza el confort, el silencio y una atmósfera sofisticada adaptada a una clientela adulta. El valor por noche oscila entre 250 y 600euros, dependiendo de la temporada y categoría de suite.

Este concepto de "hotel para adultos" no es nuevo en destinos turísticos selectos, pero cobra más relevancia cuando tras él se encuentra una figura emblemática como Messi.

El enfoque busca atraer viajeros que valoran experiencias plenas de calma y exclusividad, sin preocuparse por ruidos o interrupciones propias de un público familiar.

Una restricción que causa polémica

La polémica surgió cuando se hizo público que no se permiten niños. El propósito es claro: mantener un ambiente de relajación absoluta, pensado para parejas y adultos receptivos a una estancia sin distracciones.

Algunos huéspedes han alabado la decisión, valorando la calma como elemento diferenciador. Sin embargo, otras voces la han calificado de excluyente, señalando la paradoja que supone una medida rígida viniendo de una figura que proyecta una imagen muy asociada a la familia.

Desde un punto de vista legal, esta clase de restricciones es común en alojamientos destinados a adultos, aunque puede chocar con la percepción de inclusión que genera el nombre de Lionel Messi.

Lujo de primera clase, pero con sustentabilidad

Más allá de la restricción, el hotel se presenta como una propuesta respetuosa con el entorno. Cuenta con certificación LEED -según la propia web de MiM Hotels- y pone énfasis en la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Este perfil coincide con la tendencia global de incorporar estándares responsables en infraestructuras turísticas premium. Piscinas, spa, Sky Bar y demás servicios combinan confort con conciencia ambiental, ideal para quienes buscan experiencias eco-lujosas sin renunciar a la exclusividad.

La cadena MiM posee otros hoteles en Ibiza, Sitges y Baqueira Beret, lo que posiciona a Messi como un empresario clave en el turismo mediterráneo, con una estrategia coherente y segmentada hacia públicos de elevado nivel adquisitivo.