

La política exterior española entra en una nueva fase marcada por la tensión internacional y la presión diplomática. La decisión de interrumpir la compraventa de armamento a Israel, que hasta ahora se aplicaba de facto, busca consolidarse dentro de un marco jurídico claro.
El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar mañana el decreto-ley que oficializará el embargo de armas a Israel, una medida que forma parte de la estrategia anunciada por el presidente Pedro Sánchez el pasado 8 de septiembre.
En aquel momento, el jefe del Ejecutivo calificó la ofensiva israelí sobre Gaza como un "genocidio" contra el pueblo palestino.

Una medida clave dentro del paquete de sanciones
El embargo de armas es una de las nueve medidas contra Israel anunciadas por el Gobierno para responder a la escalada bélica en Gaza. La mayoría fueron aprobadas en septiembre, pero el decreto-ley sobre el comercio de armamento se retrasó por su complejidad técnica y por la necesidad de coordinar a varios ministerios.
Según fuentes del Ejecutivo, el texto tuvo que adaptarse al marco normativo de la Unión Europea antes de su validación final. El objetivo es "afianzar de modo que se consiga una mayor cobertura jurídica a la prohibición de comerciar armamento con Israel".
Defensa niega obstáculos en la tramitación
La aprobación del decreto afectaba directamente al Ministerio de Defensa, pero su titular, Margarita Robles, rechazó que hubiera existido resistencia. "Ya estaba poniendo en práctica el embargo", afirmó la ministra, al recordar que la suspensión de ventas de armas se aplicaba desde 2023.
Robles también subrayó que las Fuerzas Armadas no dependen de material israelí para garantizar su operatividad. "Las Fuerzas Armadas no necesitaban ningún tipo de material ni de tecnología israelí", aseguró, descartando cualquier impacto sobre las capacidades militares españolas.

Una decisión con impacto internacional
El decreto-ley que aprobará el Consejo de Ministros busca enviar un mensaje político hacia el exterior. La medida coloca a España en el grupo de países europeos que han endurecido su posición respecto a Israel tras la ofensiva sobre Gaza.
La decisión refuerza, además, la postura diplomática de Pedro Sánchez, que ha sido uno de los líderes europeos más críticos con las operaciones militares israelíes.
La consolidación del embargo marca un punto de inflexión en la política exterior española, al transformar en norma vinculante una práctica que hasta ahora carecía de cobertura jurídica suficiente.













