En esta noticia

El baile de fusiones vuelve a sacudir la banca española. En un movimiento que confirma la consolidación del sector, Banco Santander y Banco Sabadell han sellado un acuerdo para traspasar la filial británica TSB por 2650 millones de libras (unos 3100 millones de euros).

Con la compra, Santander UK escalará hasta la tercera posición por saldos de cuentas corrientes en el Reino Unido, mientras que Sabadell obtiene liquidez para blindar su estrategia en la península después de haber resistido la opa hostil de BBVA el año pasado.

Por qué Sabadell se desprende de su "joya" británica

Para Sabadell, TSB era tanto orgullo como dolor de cabeza. La entidad catalana la adquirió en 2015 por 1700 millones de libras, pero nunca logró los retornos prometidos.

Después de la presión sufrida con la ofensiva de BBVA -encabezada por Carlos Torres Vila y rechazada por el Gobierno de Pedro Sánchez-, los directivos de Sabadell optaron por hacer caja y apuntalar su core español.

El precio convenido multiplica por 5 veces el beneficio esperado de 2026 de TSB y equivale a 1,45 veces su valor contable tangible, unas métricas que el mercado considera atractivas para ambas partes. La venta dejará a Sabadell una plusvalía cercana a los 1000 millones de euros, que la entidad planea destinar a reforzar capital y a acelerar su programa de recompra de acciones.

Qué gana Santander con la integración de TSB

Santander UK, presidido por Ana Botín, añade más de 5 millones de clientes, 34.000 millones de libras en hipotecas y 35.000 millones en depósitos. Con ello, su cuota en cuentas corrientes pasa al 12%, solo por detrás de Lloyds y Barclays.

La hoja de ruta prevé sinergias de costes de al menos 400 millones de libras -el 13% de la base de costes combinada-, un retorno sobre el capital invertido superior al 20% y un consumo limitado de 50 puntos básicos de CET1, según el comunicado corporativo.

Analistas de Barclays Research calculan que la operación elevará el ROTE de la filial británica del 11% en 2024 al 16% en 2028, acercándola a los márgenes de NatWest o HSBC.

Además, la compra consolida la apuesta de Santander por adquisiciones "bolt-on" que complementen su crecimiento orgánico sin comprometer la política de dividendos -10.000 millones de euros en recompras entre 2025 y 2026-.

Lo que falta: avales regulatorios y reacción del mercado

Aunque la transacción se pagará íntegramente en efectivo y cuenta con el beneplácito de ambos consejos, todavía necesita el visto bueno de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) y del Banco de Inglaterra.

La dirección estima que el cierre llegará en el primer trimestre de 2026, fecha en la que también se materializarán los primeros ajustes de plantilla y la migración tecnológica de TSB a la plataforma de Santander UK.

Las primeras reacciones bursátiles han sido positivas: las acciones de Sabadell subieron un 4% tras conocerse la noticia, mientras que las de Santander avanzaron un 1,3% ante la expectativa de sinergias.

Los expertos advierten, sin embargo, de que la integración no está exenta de riesgos: "La fusión de culturas y sistemas puede retrasar los ahorros previstos si no se gestiona con disciplina", apuntó un informe de Jefferies recogido por Reuters.