En una era donde los pagos digitales ganan terreno, la experta en finanzas Natalia Lara lanza una advertencia contundente: "Están intentando eliminar el efectivo de nuestras vidas y nadie está hablando de las consecuencias reales".
Lara sostiene que la desaparición del dinero en efectivo no solo implica un avance tecnológico, sino también una amenaza a la privacidad financiera.
Según la experta, cada transacción digital es rastreable, lo que otorga a bancos y gobiernos un control sin precedentes sobre nuestras finanzas personales. "Si bloquean tu cuenta, no puedes comprar ni comida", advierte. Resalta así la vulnerabilidad que esto representa para los ciudadanos.
¿Una sociedad sin efectivo es una sociedad sin libertad?
La tendencia hacia una sociedad sin efectivo se acelera. En España, desde la Ley 11/2021, los pagos en metálico están limitados a 1000 euros. Además, la Unión Europea planea restringir los pagos en efectivo a 10.000 euros a partir de 2027, con el objetivo de combatir la economía sumergida.
Sin embargo, estas medidas generan inquietud. Críticos argumentan que la eliminación del efectivo podría facilitar una vigilancia masiva y poner en cuestión algunas libertades básicas. La imposibilidad de realizar transacciones anónimas podría afectar a quienes valoran su privacidad o desconfían de las instituciones financieras.
El efectivo como herramienta de resistencia
Para Lara, el dinero en efectivo representa más que un medio de pago: es una herramienta de resistencia. "El efectivo es la única forma de dinero que te da libertad real. No necesita electricidad, no falla cuando caen los sistemas, no deja rastro digital y no requiere permiso de nadie para usarse", afirma.
La experta recomienda tener entre el 5% y el 10% de los gastos mensuales en efectivo, accesible en el hogar. Esto permitiría afrontar emergencias o situaciones en las que los sistemas digitales fallen. Además, sugiere almacenar billetes de diferentes denominaciones para facilitar las transacciones en caso de necesidad.
¿Qué futuro nos espera sin efectivo?
La implementación de monedas digitales por parte de los bancos centrales, como el euro digital, plantea nuevas interrogantes. Aunque se presentan como herramientas para modernizar los pagos, existen preocupaciones sobre la pérdida de anonimato y el control que podrían ejercer las autoridades sobre las finanzas personales.
En este contexto, la advertencia de Natalia Lara cobra relevancia. La transición hacia una economía completamente digital debe considerar no solo la eficiencia y la modernización, sino también la protección de las libertades individuales y la privacidad financiera.