

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una advertencia clara a conductores que buscan rutas alternativas los fines de semana: circular con vehículos motorizados por pistas forestales, caminos rurales o espacios naturales no asfaltados puede acarrear multas de hasta 5000 euros.
En casos más graves, donde exista daño ambiental, las sanciones pueden alcanzar los 30.000 euros y derivar en responsabilidades penales.
El auge de los todoterrenos ligeros y SUV, que representan casi el 60% de las matriculaciones recientes, ha provocado un aumento de tráfico en zonas donde la circulación está restringida.
La Ley de Montes y la Ley de Vías Pecuarias regulan estrictamente estas prácticas, y las comunidades autónomas aplican con rigurosidad las sanciones, especialmente durante domingos y festivos.
¿Qué vehículos y rutas están bajo vigilancia?
Los controles se centran principalmente en caminos rurales, pistas forestales, cortafuegos, cauces secos de ríos y senderos naturales. La normativa prohíbe su uso para vehículos motorizados salvo contadas excepciones, y la Guardia Civil de Tráfico ha reforzado su presencia en las zonas más concurridas de la geografía española durante los fines de semana.

Comunidades como Madrid, Cataluña, Asturias o Baleares figuran entre las más estrictas. En estos territorios, además de la normativa nacional, se suman ordenanzas locales que agravan las sanciones.
En Cataluña, por ejemplo, está prohibido circular incluso por zonas sin señalización expresa si se considera que el paso puede generar daño ambiental.
¿Qué excepciones contempla la ley y cómo evitar una multa?
La legislación permite la circulación en terrenos no asfaltados únicamente en circunstancias muy concretas: acceso a fincas privadas, paso hacia poblaciones sin rutas alternativas o labores profesionales como mantenimiento o vigilancia.

En todos los casos, se debe circular a baja velocidad (menos de 20 km/h), sin alterar el entorno ni formar grupos numerosos de vehículos.
La DGT recomienda a los conductores consultar previamente la normativa autonómica y observar la señalización. Circular por una vía señalada como prohibida, aunque no esté custodiada por autoridades, puede derivar en una sanción si se detecta posteriormente por vigilancia aérea o medioambiental. La clave, señalan desde Tráfico, es actuar con sentido común y responsabilidad ambiental.












