

Hacienda ha intensificado su supervisión sobre las transferencias de dinero entre familiares. A partir de ahora, aquellas que superen ciertos umbrales deberán ser declaradas. Esta disposición afecta especialmente a quienes suelen ayudar económicamente a sus hijos y podría comprometer sus finanzas si no se cumplen los procedimientos establecidos.
La normativa no se limita únicamente a las grandes donaciones, sino que también abarca aquellas que, aunque sean relativamente modestas, no satisfacen los requisitos fiscales pertinentes.

¿Qué montos se deben declarar a Hacienda?
Hacienda ha establecido límites específicos para las transferencias familiares que requieren ser reportadas.
Cualquier movimiento que supere los 3000 euros debe ser informado por las entidades bancarias, mientras que aquellos que sobrepasen los 6000 euros pueden dar lugar a una investigación directa por parte de la Agencia Tributaria.
Esto incluye no solo transferencias, sino también depósitos y retiradas, así como el uso de billetes de 500 euros.
Además de estos umbrales, los movimientos que implican donaciones entre familiares, como un padre que asiste económicamente a su hijo, también deben ser registrados. Aunque se trate de una transferencia de dinero dentro del ámbito familiar, Hacienda considera que pueden ser donaciones sujetas al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Esto conlleva la obligación de declarar y tributar por el dinero recibido y en ciertos casos, abonar un impuesto que varía según la comunidad autónoma.

Consecuencias de no declarar una transferencia entre padres e hijos
La omisión de la declaración de una transferencia entre padres e hijos puede acarrear consecuencias severas. En caso de que Hacienda determine que se trata de una donación no declarada, podría imponer sanciones significativas.
La multa mínima por no declarar una donación asciende a 600 euros, aunque esta cifra puede incrementarse considerablemente en función de la cantidad transferida y el método de pago utilizado.
Adicionalmente, si Hacienda identifica un aumento de patrimonio no justificado, puede exigir el pago de impuestos sobre el IRPF. En ciertos casos, esto podría conllevar un tipo impositivo elevado, que en algunas comunidades autónomas puede alcanzar hasta el 56%.
Las sanciones, junto con el impacto económico de los impuestos adicionales, pueden resultar difíciles de afrontar para aquellos que no cumplan con las normativas fiscales relacionadas con las transferencias entre familiares.















