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Hacer un testamento es una tarea que muchos postergan, sin embargo, si se realiza de manera adecuada, puede prevenir conflictos familiares. En España, la legislación establece normas específicas sobre quiénes tienen derecho a heredar, la proporción que les corresponde y la forma en que se deben distribuir los bienes del difunto.
Una equivocación común que cometen los padres al redactar su testamento es dejar la vivienda familiar en herencia a todos los hijos por igual sin considerar cómo se administrará la copropiedad.
Esta decisión puede dar lugar a un proceso complicado, bloqueos y disputas legales que pueden extender la sucesión.

La herencia múltiple puede ser un reto
El proindiviso, o copropiedad hereditaria, se presenta cuando varios herederos reciben partes iguales de una propiedad sin que ninguno posea derechos exclusivos sobre ella. La obligación de compartir un bien inmueble con numerosos familiares puede resultar en situaciones problemáticas.
Cuando algunos herederos desean vender la propiedad y otros se oponen, o cuando surgen desacuerdos en cuanto al uso, mantenimiento, reformas o gastos comunes, se genera un estancamiento.
Los conflictos pueden abarcar desde el uso cotidiano de la vivienda hasta la distribución de inversiones o la intención de arrendarla.

Regulación de la legítima y partes de disposición en la herencia
La legislación española establece que una porción de la herencia no puede ser objeto de libre disposición: los herederos forzosos (hijos, descendientes, padres, cónyuge) tienen derecho a la legítima.
Los hijos, en caso de existir, tienen derecho a dos tercios del caudal hereditario. El primer tercio se destina a la legítima estricta, que se reparte de manera equitativa entre todos los hijos, mientras que el segundo tercio puede ser utilizado como tercio de mejora, permitiendo al testador beneficiar a algunos hijos en mayor medida que a otros.
El último tercio es de libre disposición. El testador tiene la facultad de asignarlo a quien desee, sin que sea necesario que dicha persona sea un heredero forzoso.
Asignar la vivienda “a todos por igual” sin definir claramente el uso, la responsabilidad de los gastos, quién tiene la facultad de venderla o bajo qué condiciones, contradice la lógica del derecho sucesorio práctico.
Además, si uno de los herederos no participa o no puede asumir los gastos, la situación puede volverse incómoda y conflictiva.
Soluciones para prevenir conflictos en la herencia de vivienda
Para evitar los inconvenientes que pueden surgir del proindiviso, especialistas en derecho sucesorio sugieren varias soluciones efectivas:
- Vender la propiedad y distribuir el dinero entre los herederos. Esta alternativa elimina la copropiedad y facilita el proceso sucesorio.
- Que uno de los herederos compre la parte de los demás si hay consenso, ya sea mediante un pago o alguna otra forma de compensación.
- Incluir cláusulas específicas en el testamento sobre el uso. Por ejemplo, permitir que uno de los hijos resida en la propiedad mientras otro recibe una compensación económica. También se pueden establecer usufructos vitalicios para proteger al cónyuge sobreviviente.












