

En julio de 2025, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha situado al PIB per cápita nominal de España en USD 36.190, superando por primera vez al de Japón, que alcanza los USD 33.960. Se trata de un hecho sin precedentes en la historia económica reciente y una señal de cambio en el equilibrio global.
Este cruce no implica que la economía española haya sobrepasado a la japonesa en términos absolutos, pero sí refleja una evolución notable del modelo económico español y una pérdida de valor relativa del yen, factores que han confluido para dar este sorprendente resultado.
Factores detrás del avance español
El crecimiento económico sostenido de España, apoyado en sectores como el turismo, los servicios profesionales y la inversión extranjera, ha permitido una mejora real de los indicadores macroeconómicos. A esto se suma la recepción de fondos europeos para la recuperación pospandemia.
Por otro lado, el yen japonés ha perdido cerca del 40% de su valor frente al dólar desde 2021, lo que ha reducido el PIB per cápita japonés en comparación internacional. Según Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, el dato debe leerse como un "cruce estadístico influido por la divisa" -tal como se lo dijo a Euronews-.

Reacción política del gobierno de Sánchez
El gobierno del presidente Pedro Sánchez ha aprovechado el dato para poner en valor sus políticas económicas. El ministro de Industria, Jordi Hereu, afirmó que España no solo ha alcanzado a Japón en este indicador, sino que ya se sitúa como la duodécima economía mundial por PIB nominal, por delante de Corea del Sur y México.
En distintas intervenciones, miembros del Ejecutivo destacan que este resultado refleja una estrategia sostenida de reindustrialización, digitalización y reformas orientadas al empleo. No obstante, reconocen que el contexto internacional ha jugado un papel relevante, especialmente en lo que respecta al debilitamiento del yen.
España supera a Japón: ¿qué implica para los ciudadanos españoles?
Aunque el PIB per cápita nominal no refleja directamente el nivel de vida ni la equidad social, sí da una idea del peso relativo de una economía a nivel global. En España, este crecimiento ha coincidido con una caída histórica del desempleo, récord de afiliación a la Seguridad Social y mejora de los salarios reales.
Sin embargo, los analistas recuerdan que estos datos deben observarse con cautela: Japón sigue siendo la tercera economía mundial en términos absolutos y conserva una posición tecnológica e industrial estratégica, mientras que España aún debe consolidar su modelo productivo y reducir desequilibrios estructurales.

Una oportunidad histórica, pero frágil
Este cruce entre España y Japón en PIB per cápita es un símbolo del momento que atraviesa la economía española, pero también un recordatorio de que los logros dependen de múltiples factores, muchos de ellos externos. Para consolidarse en esta nueva posición, España deberá mantener el crecimiento, diversificar su economía y aprovechar al máximo los recursos europeos.
El reto de Pedro Sánchez no es solo mantener la cifra, sino traducirla en mejoras tangibles y sostenibles para la ciudadanía.














