

Con la llegada de septiembre, miles de pensionistas en España esperan con atención el ingreso de su prestación mensual. Aunque la Seguridad Social establece el abono entre el 1 y el 4 de cada mes a mes vencido, las entidades financieras han vuelto a adelantar los pagos como parte de su estrategia para fidelizar a los clientes sénior.
Este 2025, la mayoría de los bancos ha concentrado las transferencias entre el 23 y el 25 de septiembre, con algunas excepciones puntuales.
El adelanto, ya habitual, permite a los jubilados contar con el dinero varios días antes del calendario oficial. Santander, CaixaBank, BBVA, ING y otras entidades confirmaron que sus clientes tendrán disponible la prestación antes de finalizar la cuarta semana del mes.
¿Qué día paga cada banco en septiembre?
Bankinter, Unicaja y Caja de Ingenieros han fijado el martes 23 de septiembre para el ingreso de las pensiones, lo que convierte a estas entidades en las primeras en efectuar el abono.

Un día después, el miércoles 24, será el turno de Banco Santander y CaixaBank, que mantiene esa fecha como estándar incluso en festivos o fines de semana.
El grueso de las entidades ha concentrado el pago el jueves 25 de septiembre. Entre ellas se encuentran BBVA, ING, Ibercaja, Kutxabank, Banco Sabadell, Cajamar y Abanca. Todos confirmaron que el dinero estará disponible en cuenta ese mismo día, salvo incidencia puntual en la operatoria.
En contraste, Pibank será el único en esperar hasta el 1 de octubre para realizar el ingreso, siguiendo al pie de la letra la normativa de la Seguridad Social. Esta particularidad lo convierte en el banco que más tarde paga las pensiones en septiembre de 2025.
¿Por qué los bancos adelantan las pensiones?
La decisión de anticipar los ingresos no responde a una obligación legal, sino a una estrategia de fidelización. Las entidades reciben con antelación de la Tesorería General de la Seguridad Social la información de los beneficiarios y las cuantías, lo que les permite realizar el ingreso sin riesgos.

Para los pensionistas, este gesto representa una ventaja clave: contar antes con los fondos para organizar gastos habituales como hipotecas, alquileres o facturas. El sector financiero también lo valora como un servicio añadido que refuerza la relación con los clientes sénior, uno de los colectivos con mayor peso en la cartera de las entidades.
Este adelanto se suma, además, a un contexto de debate sobre el futuro de las pensiones y la necesidad de complementar la jubilación con productos financieros como planes de ahorro, rentas vitalicias o hipotecas inversas, alternativas que distintas entidades ofrecen para asegurar ingresos estables en la vejez.












