

Las obligaciones fiscales en España van más allá de declarar los ingresos, también se reconocen responsabilidades familiares, aunque a menudo pasen desapercibidas. En este marco, convivir con un familiar mayor de 65 años puede abrir la puerta a un ahorro considerable en el Agencia Tributaria.
En concreto, si el contribuyente comparte domicilio con un ascendiente de más de 65 años, puede aplicar una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de hasta 2550 euros, siempre que se cumplan ciertos requisitos.

Qué cuantía se puede aplicar y qué factores la condicionan
La deducción base es de 1150 euros por persona mayor de 65 años que conviva con el contribuyente. Si el ascendiente ya tiene más de 75 años, la cuantía puede aumentar hasta los 2550 euros, gracias a un complemento adicional de 1400 euros.
Este mecanismo permite que familias que asumen el cuidado de personas mayores perciban un alivio fiscal cuantificable. La clave está en que la persona mayor esté empadronada en el mismo domicilio al menos la mitad del ejercicio, y que sus ingresos anuales no superen los 8000 euros.
También se exige que el ascendiente no haya presentado declaración de IRPF con ingresos superiores a 1800 euros. Este umbral se ha comentado como poco actualizado, ya que muchas pensiones superan esa cifra.
Cuáles son los requisitos para acceder a esta deducción
Esta deducción es una ayuda que no se concede automáticamente. Para poder acceder a ella es necesario cumplir varios requisitos clave. El ascendiente debe ser padre, madre, abuelo o abuela del contribuyente (por consanguinidad o adopción) y tener 65 años o más.
Debe coexistir en el mismo domicilio durante al menos la mitad del periodo impositivo del solicitante. También se comprueba que el mayor no posea rentas superiores a 8000 euros, y que la propia declaración del mayor no supere los 1800 euros.
Para tramitar la deducción, bastará con incluir el dato en la declaración del IRPF, aportando el certificado de empadronamiento y la documentación que acredite la relación y los ingresos del ascendiente.
Cuál es el impacto que puede tener en las familias
Este beneficio representa una ayuda concreta para muchas familias que viven la realidad de cuidar o convivir con personas mayores. Convoca un reconocimiento fiscal a la responsabilidad intergeneracional, y puede suponer un alivio tangible en la declaración de la renta.
No obstante, el sistema plantea ciertos matices. Los límites de ingresos no han sido actualizados en años, lo cual puede dejar fuera a personas que cumplen función de cuidado, pero cuyos mayores registran pensiones superiores al umbral permitido.

Además, aunque la cuantía de 2550 euros sea la más elevada, sólo se aplica en el caso concreto de ascendientes mayores de 75 años o de discapacidad. Para los mayores entre 65 y 75 años la cuantía base es menor. La planificación fiscal adecuada y la revisión de los requisitos resultan clave para aprovechar este beneficio.
Quienes convivan con un mayor de 65 años y cumplan los criterios podrían avanzar en su declaración del IRPF con este dato a la vista, garantizando que no se pierda el derecho a la deducción.














