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La empresa francesa de cristalería Duralex ha suspendido este martes la producción en su única fábrica, a las afueras de la ciudad de Orléans, durante un periodo de cinco meses por la escalada de precios de la energía que hacen inviable su actividad.
El horno de la factoría no se va a apagar durante este tiempo, pero se ha puesto "a dormir", según los términos de su presidente, el español José Luis Llacuna, porque detenerlo completamente haría mucho más complejo su arranque más adelante.
La empresa ha recurrido a un ERTE (Expediente Temporal de Regulación de Empleo) para los 250 empleados de la planta de La Chapelle Saint Mesmin, que van a seguir cobrando el 95 % de sus salarios gracias al Estado francés, que aporta hasta el 70 %.
La dirección ha insistido en que "cierra el horno para garantizar su continuidad" ya que desde 2021 el precio de la electricidad se ha multiplicado por 22 y el del gas por 18.
En la práctica, los costes de la energía han pasado en poco más de un año de un 5-7 % de la facturación al 46 %.
"Producir al coste actual de la energía generaría pérdidas insostenibles", destacó en un comunicado Llacuna, que añadió que "limitar nuestro consumo de energía durante este periodo nos permitirá preservar la actividad y el empleo".
Duralex, que exporta el 75 % de su producción, cuenta con diez meses de existencias para seguir comercializando durante el parón de la producción su cristalería en los 133 países en los que se vende.

¿QUIÉNES SE VERÁN AFECTADOS POR ESTA MEDIDA?
La empresa enviará a sus 250 trabajadores al paro el 1 de noviembre y cobrarán el 95% de su salario gracias a las medidas económicas tomadas por el gobierno francés para remediar la crisis. La inactividad de la compañía se mantendrá durante los próximos cinco meses, hasta abril del 2023.
Mientras tanto, los productos de vidrio fabricados en estos últimos meses van a comprender el stock con el que se negociará en los próximos seis meses, hasta que la fábrica vuelva a funcionar.
¿CÓMO IMPACTÓ LA CRISIS DE ENERGÍA EN EUROPA?
Muchos países del continente europeo han mostrado su preocupación ante los galopantes precios de la energía. Hace algunas semanas, los líderes de la Unión Europea celebraron una cumbre en Praga para desarrollar una estrategia común frente a la crisis energética que sacude al bloque, en un escenario acentuado por la guerra en Ucrania.
De esta forma, se espera que la actual crisis energética no sea pasajera y que elreajuste geopolítico de los suministros energéticos que se está produciendo en Europa a causa de la guerra en Ucrania sea "amplio y permanente", declararon desde el Fondo Monetario Internacional.
Fuente: EFE.









