

El Gobierno ha introducido nuevas deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para propietarios que ofrezcan alquileres a precios asequibles. El objetivo es ampliar la oferta de vivienda y facilitar el acceso a los inquilinos. Sin embargo, desde distintos sectores advierten que estas deducciones podrían beneficiar más a las rentas altas y generar nuevas desigualdades.
El incentivo fiscal se centra en ofrecer beneficios a quienes rebajen al menos un 5% el precio del alquiler respecto al contrato anterior. Pero para muchos especialistas, la medida no logra equilibrar el esfuerzo que se exige al propietario con las ventajas fiscales que recibiría.
Según el análisis del despacho de abogados Golden Partners, al que El Cronista España ha tenido acceso, "la medida beneficia claramente a quienes ya están en tramos altos del IRPF y alquilan viviendas más caras. Además, penaliza a quienes ya tenían su vivienda alquilada, porque ahora deben bajar el precio para acceder a la deducción".
Este punto ha despertado críticas sobre la equidad de la propuesta. Exigir a los propietarios actuales que reduzcan sus ingresos para obtener un alivio fiscal podría desincentivar la permanencia de viviendas en el mercado del alquiler. Como explican desde Golden Partners, esto introduce "un elemento de injusticia tributaria" que podría generar el efecto contrario al buscado.

¿Funcionan las deducciones en el IRPF para bajar los precios del alquiler?
Más allá de las intenciones del Ejecutivo, expertos fiscales como Gestha (los Técnicos del Ministerio de Hacienda) y el REAF (Registro de Economistas Asesores Fiscales) coinciden en que las deducciones fiscales rara vez modifican el comportamiento de los propietarios.
"Los beneficios fiscales ofrecidos no compensan la pérdida de ingresos derivada de aplicar rebajas del 5% o más", apuntan desde Golden Partners. Este desajuste entre lo que se pide y lo que se ofrece podría limitar seriamente el alcance real de la medida.
Además, desde el sector inmobiliario cuestionan la efectividad de estas políticas para corregir el problema estructural de acceso a la vivienda. "Estas deducciones pueden tener impacto en algunos segmentos puntuales del mercado, pero no son una solución global", advierten.
Nuevo gravamen a viviendas vacías: qué se considera desocupado y los riesgos legales
Otra de las medidas clave es la introducción de un gravamen adicional a las viviendas vacías. El Gobierno busca presionar a los propietarios para que las pongan en alquiler, pero la definición de "vivienda vacía" genera dudas y posibles conflictos legales.
Actualmente, no existe una descripción unificada ni sencilla para determinar cuándo una vivienda está realmente desocupada. Requiere comprobaciones complejas que pueden chocar con la privacidad de las personas y abrir la puerta a disputas judiciales.
"La definición legal de vivienda vacía es ambigua y compleja. Identificar la desocupación requiere inspecciones, padrones y comprobaciones que invaden la privacidad y generan conflictos legales", explican desde Golden Partners.
Además, no todas las viviendas vacías lo están por desinterés o especulación. Algunas se encuentran en proceso de herencia, otras están en reformas o bajo litigios por ocupación ilegal. "Gravar sin distinción vulneraría el principio de equidad tributaria", añaden los expertos en real estate.
Desde el sector legal advierten que este tipo de medidas pueden ser impugnadas por arbitrariedad o por no respetar el principio de capacidad económica. Las sanciones fiscales sin considerar las causas reales de la desocupación podrían derivar en un aumento de la litigiosidad.
¿Qué se espera de estas nuevas medidas?
Aunque el Gobierno busca mejorar el acceso a la vivienda con estas reformas, los especialistas consultados dudan de su efectividad a largo plazo. Las deducciones fiscales y los gravámenes a las viviendas vacías, tal como están planteados, parecen insuficientes para corregir el problema de fondo: la escasez de oferta y los elevados precios de alquiler.
"Las políticas fiscales tienen que estar muy afinadas para no generar efectos secundarios indeseados. Si no se aplican con criterios claros, pueden terminar expulsando viviendas del mercado en lugar de atraerlas", concluyen desde Golden Partners.

















