

El calendario que marca el camino de la OPAhostil que BBVA lanzó sobre Banco Sabadell dice que tras la aprobación de la Comisión Nacional de de los Mercados y la Competencia (CNMC), la pelota quedó en el tejado del Gobierno o, para ser más precisos, en el ministro de Economía Carlos Cuerpo, que cuenta con 15 días para decidir si eleva la resolución del órgano regulador al Consejo de Ministros.
En caso en que Cuerpo resista a las fuertes presiones que recaerán sobre él, y decida continuar con la tramitación del proceso de adquisición, el pleno del Ejecutivo tendrá un mes para tomar una decisión, quedando pendiente la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En el supuesto de que esta hoja de ruta se mantenga, se espera para finales de junio la apertura del periodo de aceptación de la oferta para los accionistas de Sabadell, quienes, en definitiva, tendrán la última palabra.
Por otra parte, si BBVA logra la aceptación del 50% del capital social de Sabadell, se contempla una segunda fase que consiste en la fusión por absorción de la entidad catalana por parte de la vasca.
Llegado a este punto, es importante recordar que el banco que preside Carlos Torres Vila dejó claro que la OPA sin fusión no es su principal objetivo, aunque reconoce que se mantendría el atractivo de la operación, que incluye la mayoría de las sinergias previstas de 850 millones de euros y un 3,5% en aumento del beneficio por acción bajo el escenario de fusión.

Además de ahorros en tecnología y ajustes en servicios centrales, hechos que no alteran los remedies.
Así las cosas, y para delimitar el tablero en el que se jugará la partida final, hay que destacar que entre los compromisos más relevantes que se comprometió cumplir BBVA ante la CNMC, está el tratamiento del crédito para pymes, que tendrá una duración de 3 años, prorrogables por dos más. Compromiso al que se le añade la promesa de mantener la financiación a corto plazo (inferior a un año) que tanto las pymes como los autónomos tengan contratadas con Sabadell.
Las pymes marcarán el éxito o el fracaso de la operación
Que la clave pasa por el reforzamiento de las garantías que BBVA ofreció a la CNMC sobre el crédito de las pymes, quedó de manifiesto con el voto afirmativo del representante de Junts, Pere Soler, que permitió al organismo que preside Cani Fernández aprobar la operación por unanimidad, respetando así la condición que se propuso la presidenta de Competencia.
Lo cierto es que el "Sí" de Soler provocó el estupor entre las organizaciones empresariales y organizaciones independentistas catalanas, que daban por hecho que el voto particular del representante del partido conservador serviría para subrayar la inconveniencia de la operación para Cataluña.
Pero las reticencias que el político independista y ex director general de los Mossos d'Esquadra durante el referéndum del 1º de octubre, mostró en los debates en la Sala de Competencia, fueron, en cierta medida, neutralizadas cuando BBVA ofreció blindar el crédito a pymes a aquellas que tengan el 85% con BBVA o Banco Sabadell, cuando su protección previa exigía que dependiesen al 100% de ambos bancos.
Con todo, BBVA aceptó, además, bajar la cobertura para aquellas pymes que obtengan el 50% de ambos bancos o uno de ellos en comunidades autónomas donde el futuro grupo alcance un 30% de cuota de mercado, y la fusión haya reforzado esa posición en un 10% mínimo, condiciones que, casualmente, sólo se dan en dos comunidades: Cataluña y Baleares.
Y esa es, de acuerdo a observadores que siguieron de cerca las negociaciones en el seno de la CNMC, la clave que desbloqueó el voto favorable de Soler, porque garantiza las cuotas más altas de financiación a las pymes catalanas y a sus hermanas de las islas.
La oposición de los accionistas minoritarios
Esta mañana, Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell hizo saber su "profunda preocupación" ante la decisión de la CNMC de aprobar la OPA hostil presentada por BBVA sobre Banco Sabadell.

"La resolución, que se produce tras la realización de dos test de mercado en los que en ningún momento se recabó la opinión de esta Asociación, se aprobó con unos compromisos claramente insuficientes para preservar la competencia bancaria en España y proteger el valor para los accionistas", afirma en un comunicado distribuido a la prensa.
En el mismo, asegura, también, que aprobación de esta operación implica una "elevada destrucción de valor para los accionistas de Banco Sabadell, y conlleva un riesgo evidente de concentración en el sistema financiero español que reducirá las opciones disponibles para particulares, empresas y, muy especialmente, para pymes y autónomos", añade.
Para la asociación, las medidas que impuso el órgano regulador de la Competencia a BBVA para mitigar los efectos de la concentración, "neutralizan adecuadamente los riesgos asociados y, además, lastran la rentabilidad esperada de la operación, haciendo que cualquier eventual canje de acciones resulte claramente perjudicial para los actuales accionistas de Banco Sabadell".
Ahora, los minoritarios centran la presión en el Gobierno y en la CMNV, que le piden que vaya más allá de una mera validación técnica y priorice la defensa efectiva de los intereses de los accionistas.
Por último, la Asociación reiteró la importancia de preservar la independencia de Banco Sabadell, su arraigo en los territorios donde opera y su papel fundamental en el apoyo a las
pequeñas y medianas empresas, "en un momento decisivo como este, la participación activa y consciente de todos nosotros, los accionistas, será determinante para el futuro de la entidad".
Así están las cosas, mientras los tres contendientes -BBVA, Banco Sabadell y Gobierno - levantan sus lanzas para la lucha política que se avecina, y que se adivina será cruenta.












