En esta noticia

El último fin de semana de abril marcará un fuerte contraste climático entre el norte y el sur de la península ibérica. Mientras que algunas zonas alcanzarán temperaturas calurosas, otras deberán prepararse para lluviasintensas, tormentas eléctricas e incluso granizo.

El sur peninsular disfrutará de temperaturas que rondarán los 30 grados, especialmente en ciudades como Sevilla, Córdoba y Murcia. Estas condiciones, propias de un junio anticipado, contrastarán con los valores máximos mucho más bajos en el norte, donde el termómetro podría no superar los 15 grados.

Por su parte, la mitad norte experimentará un notable descenso térmico acompañado de tormentas eléctricas, que se concentrarán con mayor fuerza en áreas como Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y el norte andaluz. El paso de un frente atmosférico, sumado a la entrada de vientos del noroeste, explica este escenario inestable.

¿Dónde y cuándo se esperan las tormentas más fuertes?

El viernes concentrará la mayor actividad eléctrica en la zona norte, con lluvias intensas que podrían estar acompañadas de granizo y rachas de viento muy fuertes. Las regiones más afectadas serán aquellas situadas en el tercio norte peninsular, aunque no se descarta que otras zonas sufran episodios puntuales.

Durante el sábado, las tormentas se desplazarán hacia el nordeste. El Pirineo, Cataluña y algunos puntos del este podrían registrar lluvias localmente intensas, mientras que en la cuenca del Ebro y el nordeste catalán, el viento aumentará su intensidad. Este fenómeno atmosférico provocará que los valores térmicos desciendan hasta 10 grados en comparación con el día anterior.

¿Qué condiciones dominarán al comenzar mayo?

La semana entrará con estabilidad en gran parte del país. El lunes y martes serán jornadas de cielo poco nuboso y temperaturas en ascenso, con máximas por encima de los 30 grados en zonas del sur y valores superiores a lo habitual en buena parte del territorio.

Sin embargo, la situación podría cambiar a partir del miércoles. La posible formación de una borrasca en el Atlántico genera incertidumbre sobre la evolución del tiempo. Si este fenómeno avanza hacia la península, podría inaugurarse el mes de mayo con lluvias persistentes, especialmente en el oeste peninsular.