

La historia de la ciencia y la tecnología tiene piezas únicas que marcan un antes y un después. Entre ellas, pocas resultan tan fascinantes como la Pascalina, un artefacto creado en el siglo XVII que anticipó la revolución de las máquinas de cálculo.
El próximo 19 de noviembre, esta joya tecnológica de casi 400 años de antigüedad saldrá a la venta en la casa de subastas Christie's de París. Su precio estimado oscila entre dos y tres millones de euros, un reflejo del interés que despierta en todo el mundo.
La primera calculadora mecánica del mundo
La máquina fue construida entre 1642 y 1645 por Blaise Pascal, que apenas tenía 19 años cuando ideó un mecanismo capaz de realizar operaciones aritméticas. El objetivo era ayudar a su padre, recaudador de impuestos en Normandía, en las tareas administrativas.

Según explicó Adrien Legendre, director del departamento de libros y manuscritos de Christie's, a la agencia EFE: "es la única Pascalina que permanece en manos privadas. Todas las demás están en museos. Nunca antes un ejemplar como este había aparecido en el mercado".
Un objeto que abrió el camino hacia la informática
La Pascalina no solo fue útil en su época para cálculos básicos y topográficos. Su trascendencia es mucho mayor. "Es, en cierto modo, la madre o la abuela de los ordenadores modernos. Con ella comienza la mecanización y más tarde la digitalización del pensamiento humano", afirmó Legendre.
Se conservan apenas ocho ejemplares originales fabricados en vida de Pascal. Tres están en el Museo de Artes y Oficios de París, dos en Clermont-Ferrand, dos en Alemania y esta última que ahora será subastada. Su rareza y estado de conservación aumentan el atractivo entre compradores.
"Funciona, aunque de manera frágil. El mecanismo es delicado, los resortes están algo destensados y ha necesitado pequeñas restauraciones, pero sigue siendo plenamente reconocible y operativa", señaló el experto.
La estrella de la subasta en París
La Pascalina será el objeto más destacado en la subasta de la biblioteca de Léon Parcé, que incluye obras de autores como Newton, Galileo, Kepler, Montaigne y Descartes. Pero ninguna pieza tiene la misma proyección histórica.
"La rareza, la importancia histórica y científica y su singularidad en el mercado han sido los factores principales para fijar la estimación de dos a tres millones de euros", explicó Legendre.
El interés ya trasciende fronteras. Christie's confirma que hay particulares interesados en Europa, Estados Unidos y Asia, además de instituciones universitarias y museos. El aparato cuenta con autorización oficial de exportación, lo que amplía sus posibilidades de venta.
"Estamos ante la primera calculadora mecánica. De ella derivan tres siglos después las máquinas de cifrado, los primeros ordenadores y, en última instancia, la informática tal y como la conocemos", concluyó Legendre.















