Sin amnistía y bajo orden de arresto: Puigdemont aseguró en una carta que regresará a España y que sabe será detenido
El expresident catalán Carles Puigdemont ha dado este sábado por hecho que será detenido al regresar a España.
Más de seis años después de huir del país en el prólogo judicial del "procés", el expresidente catalán Carles Puigdemont ha asumido que puede ser detenido si, como ha mantenido este sábado, vuelve a España, donde el Tribunal Supremo mantiene viva su orden de arresto tras rechazar aplicarle una amnistía que negoció su partido.
Un día después del visto bueno de las bases de ERC al acuerdo para proclamar president al candidato socialista Salvador Illa y con el voto en el aire de una diputada de las juventudes de la formación republicana, Puigdemont ha reafirmado su intención de regresar a Cataluña si se celebra la sesión de investidura en el Parlament.
Fuentes jurídicas consultadas por la agencia de noticias EFE dan por hecho que, si pisa territorio nacional, Puigdemont será detenido y puesto a disposición del juez del Supremo Pablo Llarena tras muchos años intentando que responda ante la Justicia por su papel en el proceso independentista que encabezó desde su Govern en 2017.
Puigdemont da por hecho que será detenido cuando regrese a España: "Sé lo que debo hacer"
El expresident catalán Carles Puigdemont ha dado este sábado por hecho que será detenido al regresar a España, lo que ha prometido que hará cuando, "en muy pocos días", tenga lugar el debate de investidura en el Parlament: "Si se salen con la suya, imagino lo que me espera y sé lo que debo hacer".
En una carta de tres páginas publicada en la red social X (ex Twitter), el expresident también asume que si es arrestado -sobre él pesa una orden de detención nacional, tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación-, su estancia en prisión puede ser larga.
"Sé que mi retorno puede comportar la detención e ingreso en prisión, quién sabe por cuánto tiempo", indica Puigdemont, que asegura que no dejará que se le use como "objeto de negociación" ni que su eventual encarcelamiento sirva para "abonar ninguna decisión política que comporte renunciar a la lucha" por la independencia de Cataluña.
Puigdemont señala que el hecho "relevante" en caso de ser detenido será "la evidencia de que en España las amnistías no amnistían, hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y el Gobierno español se lo mira con la indolencia del resignado".
"Quien crea que esto no tendrá consecuencias, se equivoca. Verme encarcelado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete años. Para hacerlo deberán violar muchas cosas", prosigue antes de resolver que esta "actitud antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado no es intrascendente" para la causa de la independencia.
El expresident, líder de Junts, denuncia ser objeto de "un golpe de Estado híbrido" en el que "los poderes del Estado han usado un nivel de violencia política incompatible con la democracia", al tiempo que asegura que defenderá la independencia "sin ninguna renuncia", es decir, mediante la "negociación bilateral cuando se den las condiciones" o con "la acción unilateral cuando sea la única alternativa al alcance".
Asevera también que si no se le aplica la amnistía es porque los jueces "incumplen" la norma, que cuenta con un redactado que "cierra la puerta a interpretaciones perversas", de modo que acusa a la judicatura de estar "en rebeldía contra las instituciones democráticas".
Esta carta llega el día después de que las bases de ERC avalaran, con un 53,5% de apoyo, votar como president al socialista Salvador Illa. Una decisión que "hace que la detención sea una posibilidad real en muy pocos días", según denuncia Puigdemont.
El expresidente catalán acusa a ERC de haber emprendido en los últimos años "campañas de desprestigio" contra su figura y asegura que un ejecutivo presidido por Illa sería "un Govern de carácter españolista", "alérgico a la plena normalización de la lengua catalana y que no tendrá ninguna capacidad de negociación real con el Gobierno español para resolver un conflicto histórico".
Vulneración de su derecho a la libertad ante el TC
La falta de firmeza de la resolución del juez sobre la amnistía puede ser una de las bazas de Puigdemont para defender que su derecho fundamental a la libertad se vería vulnerado si entra en prisión y después un tribunal superior acaba dándole la razón y aplicándole el perdón.
Por el momento, la tesis del juez Llarena está recurrida ante él mismo y las posibilidades de que ese recurso triunfe son muy remotas. Después, la defensa de Puigdemont que ejerce el abogado Gonzalo Boye debería acudir a la Sala de Apelaciones para, ya sí, llamar a la puerta del TC.
Encima de la mesa está la opción de que Puigdemont solicite una medida cautelarísima ante el TC para que, mientras se resuelve si se le acaba aplicando la amnistía, la decisión del juez Llarena no le genere un perjuicio en cuanto a pérdida de libertad, es decir, que no se ejecute su detención o posible entrada en prisión, explican a EFE fuentes jurídicas.
Un escenario "complicado" ya que, según las fuentes consultadas, el agotamiento de la vía jurisdiccional, es decir, la resolución de los recursos, es un requisito para que el Constitucional admita a trámite ese eventual recurso de amparo de Puigdemont, aunque -recuerdan- el tribunal tendría que estudiar si plantea "algún argumento admisible".
Otras fuentes deslizan que hay debate sobre la posibilidad de que el tribunal resuelva sobre unas medidas cautelarísimas antes de decidir si se admite a trámite un recurso, una tesis poco habitual que tiene fuertes detractores en el seno del TC.
La encargada de decidir sobre ese posible recurso sería la Sala de Vacaciones, integrada en agosto por mayoría de magistrados progresistas, aunque siempre existe la posibilidad de que el presidente, Cándido Conde Pumpido, convoque un pleno extraordinario, algo que no es descabellado dada la importancia del asunto.
El "procés" continua como el principal frente de Puigdemont
La causa judicial del "procés" que le persigue desde 2017 y por la que parte de su Govern fue juzgado e indultado sigue siendo el principal frente judicial de Puigdemont.
Ha tenido otros. A las puertas de la aprobación de la ley de amnistía, el expresident resultó imputado por un presunto delito de terrorismo en el marco de las protestas atribuidas a la plataforma Tsunami Democrátic en el otoño de 2019 en Cataluña.
Sin embargo, un error del juez a la hora de prorrogar las pesquisas dio lugar a una inesperada nulidad que acabó derribando ese procedimiento, ya archivado.
En torno al expresident sobrevuela también el caso Volhov sobre la supuesta injerencia rusa en el "procés" que ha investigado un juez de Barcelona, quien hace unas semanas pidió al Supremo imputarle por delitos de traición, malversación y organización criminal.
Pese a la incertidumbre inherente a la historia judicial del "procés" y aunque las fuentes recalcan que "todo está en el aire", tienen pocas dudas de que la vuelta de Puigdemont dará lugar a una imagen que el expresident lleva tratando de evitar casi siete años: su detención y traslado ante el juez del Supremo que ha esquivado desde 2017.
Fuente: EFE