

China se encuentra en el proceso de desarrollo de un sistema electrónico automático para la detección de aviones, cazas y bombarderos. El Instituto de Investigación del Grupo de Tecnología Electrónica de China comentó sus avances con la utilización de diversos analizadores de espectro. Este avance tecnológico preocupa a Estados Unidos y otras potencias mundiales, que temen quedar atrasados en políticas de defensa militar.
Los cazas y bombarderos furtivos son aviones diseñados para no ser detectados por el enemigo, lo que se consigue mediante la aerodinámica, el uso de materiales avanzados en su construcción y diversas tecnologías para minimizar su localización ante sensores térmicos y acústicos.
Cazas como el F-35 Lighting II y bombarderos como el B-2 Spirit son hitos de la ingeniería que, sin embargo, podrían ser detectados con una nueva herramienta que utiliza un dispositivo comercial modificado. Según afirman los investigadores chinos, este dispositivo puede identificar y localizar con precisión las emisiones de los radares estadounidenses de baja probabilidad de interceptación (LPIR, por sus siglas en inglés).
El LPIR es fundamental en aeronaves furtivas estadounidenses, como el F-35 y el F-22 Raptor. También se emplea en drones furtivos, submarinos nucleares y sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos. Esto significa que la nueva tecnología podría representar una amenaza para las fuerzas armadas norteamericanas.

¿Cómo funciona la nueva tecnología anticazas desarrollada por China y temida por Estados Unidos?
Detectar emisiones LPIR es difícil, pero posible con algunas tecnologías ya existentes de tope de gama, como receptores de alta resolución y ancho de banda, algoritmos avanzados de análisis de señales y herramientas de inteligencia artificial. Sin embargo, el nuevo hito tecnológico de los investigadores chinos fue detectar estas ondas con dispositivos de uso comercial relativamente económicos.
Los investigadores del 38° Instituto de Investigación del Grupo de Tecnología Electrónica de China, un desarrollador de sistemas de radar avanzados para el ejército chino, utilizaron diversos analizadores de espectro disponibles comercialmente y que tienen un coste en torno a los 500.000 yuanes (aproximadamente 60.000 euros). Estos suelen ser utilizados en telecomunicaciones para visualizar el contenido espectral de señales de radiofrecuencia y tienen un coste notoriamente inferior a tecnologías implementadas anteriormente.
El dispositivo es capaz de localizar la fuente de emisión con una precisión de entre 10 y 13,5 mm, incluso bajo interferencias activas, según la investigación publicada en la revista Computer Measurament & Control. Uno de estos dispositivos, el TFN RMT744A, está clasificado como un equipo civil de telecomunicaciones, pero en pruebas de campo rinde como un sensor de grado militar.

Las preocupaciones de Estados Unidos frente a la última tecnología china
El radar LPIR, utilizado en gran parte de las tecnologías bélicas estadounidenses, está diseñado para evitar ser detectado por otros sistemas, por lo que emite señales muy débiles, cambia frecuencias constantemente, utiliza formas de onda similares al ruido y procesamiento de señales avanzado. A diferencia de los radares tradicionales, que emiten señales fuertes y fáciles de captar, los LPIR permiten funciones similares sin delatar su presencia ni alterar al enemigo.
Aunque no se han hecho públicos los detalles técnicos, la publicación de SCMP asegura que el dispositivo podría utilizar procesamiento de señales avanzado y aprendizaje automático. También se beneficiará de una calibración precisa, ajustes de hardware y técnicas sofisticadas para contrarrestar las tácticas del LPIR, como el cambio de frecuencia constante.
Este avance tecnológico se suma a un desarrollo bélico constante, impulsado por las principales potencias, como Estados Unidos y China. Aunque por ahora los conflictos son meramente comerciales y arancelarios, ninguno de los dos países quiere quedar atrasado en materia de defensa.
















