

Existen inevitabilidades en la vida, tales como la tostada que cae por el lado untado, la muerte y el pago de impuestos. A esta lista se añade otro fenómeno respaldado por la física: los cordones de los zapatos que se desatan al caminar o correr.
Según un estudio realizado por Oliver M. O'Reilly y su equipo de la Universidad de California, publicado en The Royal Society, los cordones se desatan debido a las leyes de la física y no a un nudo mal hecho o flojo.
¿Por qué los cordones de las zapatillas no los puedo mantener atados?
Al correr, los pies impactan el suelo con una fuerza siete veces mayor que la gravedad, lo que provoca que el nudo se afloje gradualmente. Además, el movimiento de las piernas genera una fuerza de inercia en los extremos libres de los cordones, lo que eventualmente deshace el nudo.
Las fuerzas combinadas del impacto contra el suelo y la aceleración debida al movimiento de las piernas son comparables a las experimentadas por la nave Apolo al reingresar en la atmósfera terrestre, dificultando que los cordones permanezcan atados.
El material de los cordones también desempeña un papel crucial. Un estudio de 2007, que no consideró el tipo de material del cordón ni la textura de su superficie, utilizó cámaras de alta velocidad y acelerómetros para analizar el proceso de desatado.
Los investigadores concluyeron que los peores nudos son aquellos con una lazada simple o doble que se pueden deshacer con un solo tirón del extremo libre.
Los resultados preliminares sugieren que el aflojamiento y el deslizamiento del nudo están relacionados con un desequilibrio entre las fuerzas de inercia del bucle y los extremos libres, exacerbado por la disminución de la fricción a medida que el nudo se afloja por el impacto repetido.
Este desequilibrio incrementa la velocidad de deslizamiento, llevando a un fallo más rápido del nudo. Además, se observó que los nudos más débiles fallan a velocidades y frecuencias de deslizamiento más altas que los más fuertes.














