En esta noticia

Hay ocasiones en las que no te apetece nada, pero absolutamente nada de nada, por lo que hay que recurrir a los timos más funcionales a las necesidades de cada uno; pero sin quedar mal parado ante la mirada de otros.

Hay que saber diferenciar entre buenas y malas excusas para las tareas que no se desean hacer. Es común que uno desee tener un día más de vacaciones o, simplemente, quedarse recostado en la cama en pijama con un café y una gran serie o película de Netflix.

Las buenas excusas buenas no le harán mal a nadie, pero ten cuidado con las que son negativas pueden que te jueguen en una mala pasada, sobre todo cuando se trata de excusas para no ir a trabajar.

Las excusas que mejor funcionan para no ir a trabajar y quedar bien: cómo usarlas

A pesar de que disfrutes del mejor trabajo del mundo, ese que te apasiona y disfrutas de hacerlo, es normal que en ocasiones no desees ir a trabajar, sea el motivo que sea. Por ello, debes ser cauto e inteligente sobre qué decir y cómo decirlo ante un jefe o compañero de trabajo.

fizkes

A lo largo de los años, los empleados han utilizado diferentes excusas para faltar al trabajo o salir antes del horario laboral. Entre ellas, se encuentran las favoritas que son las citas médicaso enfermedad, aunque las empresas suelen pedir un certificado que justifique la visita y el tratamiento a realizar.

Por tal motivo, muchas veces, estas excusas no son tan eficientes si se trata de una mentira piadosa, por lo que se suelen recurrir a otras excusas para no ir a trabajar que no ponen en riesgo la pérdida de empleo o baja de salario.

Las excusas perfectas para faltar al trabajo y no perderlo

Si no tienes la posibilidad de justificar el motivo de tu ausencia en el trabajo, es muy importante que recurras a factores externos como problemas familiares o personales, pérdida del transporte público o un resfriado común.

También puede serte de mucha ayuda algún evento inesperado (la cancelación de la niñera, por ejemplo) o la descomposición de tu vehículo. Para todo ello, recuerda, siempre explicar tu razón, sin necesidad de compartir exceso y con un tono de voz que demuestre calma y urgencia al mismo tiempo.