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Durante los primeros años de vida, los niños aprenden a imitar lo que observan a su alrededor. Aunque muchas veces estas actividades parecen un gesto inocente, en realidad se esconde algo más profundo de lo que se ve.
En el primer episodio de su serie divulgativa “¿Por qué mi hijo hace esto?”, el psicólogo Javier de Haro explica que este juego es simbólico y esencial para el desarrollo social y emocional de los niños, una forma de manifestar curiosidad, imitación y anhelo de pertenencia.
Gestos aparentemente simples, como ponerse los zapatos de los padres, esconden un significado mucho más profundo de lo que muchos adultos imaginan. El psicólogo ha explicado que detrás de ese gesto cotidiano se combinan tres factores clave: la curiosidad exploratoria, la imitación y el juego simbólico.
“¿Te has fijado que a los niños entre los 2 y los 5 años les encanta ponerse tus zapatos y caminar por casa? Pues bien, se juntan tres cosas: a esas edades están en plena fase exploratoria, además lo imitan absolutamente todo y, en tercer lugar, el juego simbólico está en plena ebullición y les sirve para aprender a comprender mejor el mundo”, señaló el experto.
¿Qué significa que tus hijos se pongan tus zapatos?
Lejos de ser una simple travesura, este comportamiento tiene una gran importancia psicológica. Según De Haro, “cuando se ponen tus zapatos no están simplemente jugando, sino que hay mucho más detrás”. Al hacerlo, los pequeños están ensayando su papel en el mundo adulto.
“Jugando a ser mayor, explora y construye su identidad. Pasa del plano ‘soy un niño’ al plano ‘soy papá’ o ‘soy mamá’ y, viendo las diferencias, puede explorar su identidad”, añadió el psicólogo.
Además de ayudar a definir su personalidad, este tipo de juego fortalece el vínculo emocional con los progenitores. El psicólogo subraya que, al imitar a sus padres, los niños experimentan un sentimiento de pertenencia: “Te parecerá una locura, pero compartiendo tus zapatos tiene la sensación de ser aún más parte de tu universo”.
Los consejos del experto para mejorar la crianza de tus hijos
Para De Haro, el aprendizaje no termina ahí. Este tipo de experiencias también potencia la empatía y la comprensión social. “Al imitarte entienden mejor cómo actúan los demás, cómo se comportan los mayores y también aprenden a ponerse en los zapatos del otro, en sentido figurado y también literal”, explicó.
El psicólogo invitó a los padres a observar estos comportamientos con una mirada comprensiva. “Así que la próxima vez que los veas torpemente caminando dentro de tus zapatos gigantes, no se los quites, porque no solo están jugando: están dando pasos para construir quién es y quién va a ser”.