La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido este viernes del riesgo de sobredosis accidental con un antipsicótico oral para niños y adolescentes por un error de interpretación de los dosificadores, que pueden llevar a la administración de pautas hasta 10 veces superiores a las indicadas.

La agencia dependiente del Ministerio de Sanidad ha hecho este comunicado tras la revisión efectuada por el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia europeo (PRAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), de las notificaciones de errores de medicación y sobredosis accidental en niños y adolescentes, tres de cada cuatro graves.

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En España, según trasladan a EFE fuentes de la AEMPS, se han detectado casos aislados, aunque al tratarse de errores de administración, podrían estar infradiagnosticados.

La causa más frecuente es un fallo de interpretación de los decimales en los dosificadores, que lleva a administrar dosis hasta 10 veces superiores a las pediátricas (entre 0,25 y 1,5 ml) y a la variabilidad entre ellas.

En población pediátrica, la risperidona está indicada en el tratamiento sintomático a corto plazo (hasta 6 semanas) de la agresión persistente en los trastornos de la conducta en niños a partir de 5 años y en adolescentes con trastorno del desarrollo intelectual en los que la gravedad de la agresión u otros comportamientos perturbadores requieran tratamiento farmacológico.

Debido a las dosis recomendadas en este segmento de población, la solución oral se utiliza frecuentemente.

Los síntomas de sobredosis van desde la somnolencia, sedación, taquicardia o hipotensión a síntomas extrapiramidales (movimientos involuntarios o alteraciones posturales), prolongación del intervalo QT (un ritmo cardíaco irregular que puede desencadenar desmayos y arritmias) y convulsiones.

Para minimizar los riesgos, la AEMPS emplaza a los profesionales sanitarios, en particular los farmacéuticos, a enseñar al paciente o cuidador a interpretar correctamente las escalas del dosificador, haciendo hincapié en la posición que debe tener la jeringa o pipeta para la lectura del volumen.

También pueden enseñar a medir volúmenes pequeños: en soluciones de 1 mg/ml, para administrar 0,25 mg es preciso medir 0,25 ml (un cuarto de mililitro); para 0,5 mg es preciso medir 0,5 ml e insistir en que deben usar únicamente el dosificador suministrado con el medicamento, tras lo cual se tiene que enjuagar con agua y dejar secar al aire.

Fuente: EFE