

Los expertos en el campo de la agricultura y la nutrición han descubierto un nuevo protagonista en el ámbito de los superalimentos: el berro. Este vegetal, originario de Europa y Asia Central, ha sido calificado con una puntuación perfecta en densidad nutricional por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos.
A pesar del reconocimiento nutricional de las espinacas, acelgas y hojas de remolacha, el berro les ha superado al lograr un puntaje de 100 en la escala nutricional del CDC.

Nativo de zonas húmedas como arroyos y estanques, el berro, emparentado con el repollo, la col rizada, los rábanos y la mostaza, ofrece un sabor único que recuerda a la rúcula y el rábano picante. Este vegetal ha sido valorado en diversas culturas a lo largo de la historia, incluyendo las civilizaciones griega, persa y romana.
El berro se destaca como una fuente fiable de nutrientes, creciendo en ambientes húmedos y templados. "Es un tesoro nutricional", señala la doctora Amy Lee, directora de nutrición de Nucific, destacando su riqueza en vitamina A, potasio y vitamina C. Además de estas vitaminas, el berro contiene tiamina, vitamina E, calcio, hierro, potasio y fósforo. Rico en flavonoides, posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y un alto contenido de fibra.
El berro, que puede ser incorporado de diversas maneras en la dieta diaria, es rico en brotes tiernos y hojas, perteneciendo a la familia de las crucíferas. Su versatilidad permite incluirlo en ensaladas, salteados y caldos, recomendándose cocinarlo ligeramente para preservar sus nutrientes.

Con su sabor distintivo y perfil nutricional, el berro se perfila como una elección excelente para elevar la calidad de las comidas saludables en 2024. Su capacidad saciante lo convierte en un alimento ideal para la pérdida de peso. Tradicionalmente, se ha usado como estimulante, diurético y en remedios populares para tratar la bronquitis y ciertas afecciones de la piel.
















