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La tensión entre Polonia y Rusia ha alcanzado un nuevo punto crítico. El Gobierno polaco afirmó este domingo que el incendio que destruyó el centro comercial Marywilska 44 en Varsovia hace un año fue un acto de sabotaje ordenado directamente por los servicios secretos rusos. En una medida sin precedentes desde el inicio de la invasión a Ucrania, Varsovia ha convocado al embajador ruso, Serguéi Andréyev, y anunció el cierre del consulado general ruso en Cracovia.
La respuesta de Moscú no tardó en llegar. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, advirtió que "pronto habrá una respuesta adecuada a esos pasos inadecuados". La tensión crece, y con ella, crecen también las preguntas en Europa: ¿estamos frente a una amenaza directa que podría escalar más allá del plano diplomático?
En este nuevo capítulo del deterioro de las relaciones entre Polonia y Rusia, el fuego parece ser literal y simbólico. El conflicto ya no se limita a sanciones o retórica política: ahora se habla de actos concretos de sabotaje en suelo europeo.

"Fue sabotaje ruso": la denuncia que estremece a Europa
El primer ministro polaco, Donald Tusk, fue categórico en su denuncia. "Ahora sabemos con certeza que el gran incendio del centro comercial Marywilska en Varsovia fue intencionado y ordenado por los servicios especiales rusos", afirmó en su cuenta oficial de X (ex Twitter). Según Tusk, algunos de los responsables ya han sido detenidos y otros están identificados y bajo búsqueda internacional.
El incendio, ocurrido el 12 de mayo de 2024, destruyó completamente uno de los centros comerciales más importantes de la capital polaca. Aunque al principio se consideró un accidente, nuevas pruebas de inteligencia habrían revelado que fue provocado por "una persona residente en la Federación Rusa", según comunicó el Ministerio del Interior.
Como respuesta, el ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, anunció la revocación del permiso para operar del consulado ruso en Cracovia. Esta decisión se suma al cierre de otro consulado en 2023, que desencadenó una reacción similar por parte de Moscú, con el cierre del consulado polaco en San Petersburgo.
Rusia advierte represalias: "Varsovia destruye las relaciones"
Desde Moscú, la reacción oficial no se hizo esperar. María Zajárova declaró que "Varsovia continúa destruyendo conscientemente las relaciones, actuando contra los intereses de los ciudadanos". Sin ofrecer detalles sobre las acciones futuras, aseguró que la respuesta rusa será "pronta y adecuada".
Esta escalada se da en un contexto de extrema sensibilidad para Europa del Este, donde Polonia se ha consolidado como uno de los principales aliados de Ucrania en la guerra contra Rusia. Los antecedentes no son menores: en marzo de 2023, Polonia ya había acusado a Rusia de violar su espacio aéreo con un misil dirigido a Ucrania, hecho que el embajador ruso ignoró al no presentarse ante el Ministerio de Asuntos Exteriores polaco.
El pasado 9 de mayo, durante la conmemoración del fin de la Segunda Guerra Mundial, el embajador Andréyev fue recibido con hostilidad por activistas ucranianos y polacos en Varsovia. El clima social y diplomático está cargado.
¿Una chispa más hacia un conflicto mayor?
La denuncia de sabotaje por parte de un Estado miembro de la OTAN no es un hecho menor. Si bien aún no se han activado mecanismos militares ni se ha invocado el artículo 5 del tratado, la situación representa una señal de alerta. El hecho de que Polonia utilice el término "acto de sabotaje extranjero" marca un antes y un después en el relato oficial europeo sobre la influencia rusa en la región.
Aunque todavía no hay evidencia pública de que este caso escale hacia un conflicto armado, las palabras de Donald Tusk fueron enfáticas: "¡Los atraparemos a todos!". El mensaje es claro: Polonia no está dispuesta a tolerar agresiones encubiertas dentro de su territorio.
En medio del creciente deterioro de las relaciones internacionales y con múltiples frentes abiertos en Europa del Este, la pregunta que empieza a circular en las cancillerías europeas no parece tan exagerada: ¿se acerca una guerra mayor?













