

No es político ni libertario, pero Martín Varsavsky tiene línea directa con uno de los hombres más poderosos del planeta: Elon Musk.
El empresario argentino, que hizo fortuna fuera del país y dejó su marca en la educación pública argentina con el proyecto Educ.ar, mantiene desde hace años una amistad personal con Musk, basada en el respeto mutuo por la innovación, el pensamiento disruptivo y las ideas de largo plazo.
Mientras Javier Milei busca acercamientos públicos con el CEO de Tesla, Varsavsky ya lleva más de una década compartiendo proyectos, ideas y cenas privadas con él.
Martín Varsavsky: el argentino con acceso directo a Elon Musk
La relación entre Varsavsky y Musk no es casual. Ambos comparten círculos de alto nivel en el mundo de la tecnología, la ciencia y la exploración espacial. Varsavsky ha contado en varias entrevistas que ha cenado en la casa de Musk en Los Ángeles, ha charlado con él sobre el futuro de la humanidad y lo ha escuchado hablar con total naturalidad de su objetivo de "colonizar Marte".
"Es su obsesión", dijo sin rodeos en una entrevista televisiva reciente, donde también bromeó sobre las posibles soluciones para poblar el planeta rojo: desde enviar embriones congelados hasta el uso de úteros artificiales

Varsavsky no solo admira a Musk por su visión futurista, sino que lo considera un ejemplo de liderazgo extremo. "Elon es alguien que trabaja más que todos sus empleados y espera lo mismo del resto. Su nivel de exigencia es brutal", comentó.
Este vínculo personal le ha permitido observar de cerca el modo en que se construye un imperio como Tesla o SpaceX: con foco absoluto, tolerancia cero al error y ambición sin límites. Y también le sirvió para contrastar esa experiencia con sus frustraciones en Argentina.
Educ.ar: la inversión patriótica que terminó en decepción
A principios de los años 2000, cuando la Argentina atravesaba una crisis profunda, Varsavsky decidió hacer algo que pocos millonarios hacen: donar USD 11,2 millones para crear un portal educativo estatal, Educ.ar, que buscaba modernizar la enseñanza mediante internet.
La idea era ambiciosa y noble: dotar a las escuelas de contenido digital, computadoras y formación docente. Pero el plan se chocó con la burocracia y el cortoplacismo político. En una entrevista de aquel entonces con el matutino La Nación, el empresario fue directo: "El dinero de Educ.ar no llega a las escuelas del país".
El problema no fue solo la falta de gestión. El Estado argentino transformó la donación en bonos de deuda, lo que licuó el monto original y puso en jaque la continuidad del proyecto. "Alcanza para seis meses de sueldos", se lamentó Varsavsky, al tiempo que insistía en la necesidad de crear una fundación que garantizara la sostenibilidad del portal más allá de los vaivenes económicos. Con el tiempo, Educ.ar sobrevivió, pero su fundador original se alejó del proyecto con un sabor amargo.
De la frustración con el Estado argentino al modelo Silicon Valley
La decepción con el manejo estatal no frenó a Varsavsky. Volvió a Europa y siguió construyendo empresas de alto impacto como Jazztel, Ya.com, FON y, más recientemente, Prelude Fertility, enfocada en salud reproductiva.
Su modo de operar es claro: detectar un problema, crear una solución tecnológica y escalarla rápidamente. Por eso, la lógica burocrática del Estado argentino le resultó frustrante, especialmente después de haber compartido tantas charlas con Elon Musk, quien representa todo lo contrario.

Varsavsky se convirtió en una figura clave del ecosistema innovador global. Es miembro del consejo de supervisión de Axel Springer, colabora con instituciones como la Universidad de Columbia, y sigue invirtiendo en startups desde su casa en Menorca.
Allí vive con su familia y continúa con su faceta más provocadora, publicando reflexiones y críticas en redes sociales sobre política, ciencia y educación. Mientras en Argentina lo confunden con "el amigo de Milei", en Silicon Valley lo llaman por su nombre.
Elon Musk y su amigo argentino: un vínculo que trasciende negocios y gobiernos
En tiempos donde muchos buscan fotos o likes de Elon Musk, Martín Varsavsky puede levantar el teléfono y llamarlo. No necesita intermediarios ni promesas de inversión: los une una amistad construida a lo largo de años, basada en conversaciones profundas sobre el futuro de la humanidad, la inteligencia artificial, el cambio climático y la supervivencia en Marte.
Varsavsky es el argentino que logró influir en el mundo sin discursos encendidos ni pactos políticos, solo con ideas, riesgo y una obsesión parecida a la de su amigo: transformar lo imposible en realidad.
















