

Elon Musk se ha anotado otra victoria. Los habitantes de un pequeño pueblo del sur de Texas votaron el pasado sábado a favor de conformar oficialmente la nueva ciudad de Starbase, que abarca la sede de la compañía SpaceX.
La decisión marca un triunfo para el multimillonario y su compañía ya que el nuevo estatus de ciudad permitirá a sus autoridades tomar decisiones urbanísticas, en línea con la legislación estatal y federal, para adaptar el espacio a las necesidades del empresario.
El nuevo pueblo de Elon Musk
Los 283 residentes de Boca Chica Village, un área no incorporada del condado de Cameron conocida como Starbase y sede de SpaceX, estaban convocados a votar este sábado para decidir si su vecindario se convierte en una ciudad.
El recuento inicial de votos fue de 173 a favor de la incorporación y 4 en contra; solo se necesitaban 143 votos para la aprobación de la medida, según datos citados por NBC.

El resultado a favor de la conformación de la municipalidad, que abarca aproximadamente 3,9 kilómetros cuadrados estaba prácticamente garantizado, ya que la mayoría de los votantes son empleados de SpaceX.
Más de 3 de cada 5 de los 283 votantes elegibles para sufragar en las elecciones especiales de este 3 de mayo trabajan para la compañía espacial de Musk, según un análisis de The Texas News Room.
Garza dijo a NBC que una vez que se oficialicen los resultados un juez emitirá una orden para la incorporación de la nueva ciudad al condado y al estado de Texas.
La designación de municipio le permitirá a los residentes elegir un gobierno local con un alcalde y comisionados, encargados de diseñar la planificación, impuestos y otros asuntos locales, en los que seguramente Musk tendrá injerencia.
El vicepresidente de operaciones de prueba y lanzamientos en Texas de SpaceX, Bobby Peden, es el único candidato que corre para alcalde. El ingeniero, de 36 años, trabaja en la compañía de Musk desde 2013.
La zona que está cerca a la playa de Boca Chica es casi en su totalidad propiedad de SpaceX, que desde 2012 se estableció en un pequeño terreno cerca de la frontera con México. En la entrada del vecindario se erige un busto de Musk de 2,7 metros de altura.
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Sin embargo, no todos están de acuerdo con la conformación de la nueva ciudad y de la presencia de la compañía en Texas. Defensores del medioambiente como la organización The South Texas Environmental Justice Network han advertido sobre los daños al ecosistema.
"SpaceX, bajo el liderazgo de Elon Musk, contribuye a la destrucción del medioambiente: contamina fuentes de agua, quema más de sesenta acres de hábitat y pone en peligro la vida silvestre con sus lanzamientos de cohetes", dijo en un comunicado reciente la organización.
Los ambientalistas han criticado que el acceso público a la playa de Boca Chica, "antaño un espacio vital para las familias de pescadores y las comunidades de la tribu Carrizo/Comecrudo", ha sido cerrado repetidamente para dar cabida a las operaciones de SpaceX.
Estas no serían las únicas críticas contra el magnate, que ha jugado un papel protagónico en el Gobierno del presidente Donald Trump.

Musk fue designado para dirigir el controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de realizar grandes recortes y despidos en las agencias federales.
Se espera que este mes el magnate reduzca sus horas de trabajo en el Gobierno Trump para dedicarle más tiempo a sus negocios, según lo informó en una reunión de accionistas de Tesla, que registró un desplome en sus ganancias.
Con información de EFE















