

Desde su marcha de España en 2020, el rey emérito Juan Carlos I ha residido en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, en una mansión facilitada por las autoridades locales. Sin embargo, en los últimos días han crecido las versiones sobre un posible cambio de residencia que lo acercaría a territorio español.
Según el diario El Nacional, el monarca emérito estaría planeando mudarse a Portugal, concretamente a la zona de Cascais o Estoril, a una vivienda adaptada para sus necesidades físicas y con un valor estimado de 4,5 millones de euros.
La mansión de lujo que Juan Carlos I tendría en la mira en Portugal
La supuesta residencia portuguesa tendría como principal atractivo su accesibilidad. El inmueble, siempre según El Nacional, estaría siendo preparado con rampas, ascensores y espacios amplios para facilitar la movilidad de Juan Carlos I, que arrastra problemas de salud derivados de una artrosis avanzada y múltiples intervenciones quirúrgicas.

La ubicación, en la costa atlántica, le permitiría disfrutar de un clima más templado que el de Abu Dabi y de una mayor cercanía con España. Además, la zona de Cascais y Estoril tiene un significado histórico para la familia real, ya que fue lugar de exilio de don Juan de Borbón, padre del emérito, durante la dictadura franquista.
Qué se sabe y qué falta por confirmar sobre su mudanza
Sin embargo, y pese a la amplia cobertura mediática, no existe hasta ahora comunicado oficial de la Casa Real ni de portavoces cercanos que confirme el traslado o la compra de la vivienda.
Tampoco se han revelado detalles sobre si la residencia sería adquirida o alquilada, ni sobre la fecha en que podría efectuarse la mudanza. En este contexto, las especulaciones conviven con la expectativa de una posible declaración oficial que aclare la situación.
Lo que significaría para Juan Carlos I volver a vivir en Europa
De concretarse, la mudanza a Portugal significaría para Juan Carlos I un regreso a Europa y una mayor cercanía a su entorno familiar y amistades en España. También abriría la puerta a visitas más frecuentes, evitando la logística y el coste de los viajes desde Oriente Medio.
Sin embargo, la decisión implicaría cambios en su actual vida privada y en el control mediático de sus movimientos, algo que en Abu Dabi ha logrado mantener en un bajo perfil.













