

El rey Felipe VI ha embarcado este lunes en el submarino S-81 Isaac Peral, el primero de la serie S-80 Plus, para comprobar de primera mano su operatividad total. Desde la base naval de Cartagena, el monarca ha participado en una navegación completa que incluyó maniobras en superficie y una inmersión a gran profundidad, consolidando así el estatus del S-81 como el nuevo pilar tecnológico de la flota submarina española.
La visita se enmarca en los preparativos para el desfile aeronaval del Día de las Fuerzas Armadas, que tendrá lugar el 6 de junio en Las Palmas de Gran Canaria. Allí, el Isaac Peral será una de las grandes atracciones del despliegue marítimo, mostrando sus capacidades ante autoridades y ciudadanía.
Durante el embarque, el rey fue recibido por el almirante de la flota de submarinos, Eugenio Díaz del Río Jaudenes, y altos mandos militares que lo acompañaron en el recorrido.
El momento más exigente de la jornada fue la maniobra de inmersión, comparable en complejidad con un aterrizaje aéreo. Según fuentes de la Armada, se realizó "sin incidencias y dentro de los parámetros operativos esperados", demostrando la plena capacidad del S-81.

Submarino S-81 Isaac Peral: tecnología, sigilo y potencia ofensiva
El Isaac Peral marca un antes y un después en la historia naval española. Es el primero de una serie de cuatro submarinos de la clase S-80 Plus, que también incluirá al Narciso Monturiol (S-82), Cosme García (S-83) y Mateo García de los Reyes (S-84). Todos ellos llevarán nombres de pioneros de la navegación submarina y están diseñados con los últimos avances en integración tecnológica.
Entre sus principales características destaca un sistema de propulsión anaeróbico (BEST-AIP) que permite una inmersión silenciosa y prolongada. Esta capacidad proporciona una ventaja estratégica notable, ya que el submarino puede permanecer oculto bajo el agua durante más tiempo sin necesidad de emerger. Además, el S-81 puede lanzar misiles, una capacidad inédita hasta ahora en la Armada española, lo que le permite atacar objetivos de superficie o terrestres desde posiciones lejanas.
El capitán de navío Pedro Márquez de la Calleja, comandante de la flota de submarinos, destacó que el Isaac Peral "representa una nueva generación de defensa naval, con altos niveles de automatización y capacidad de combate". En palabras del propio rey, citadas por fuentes cercanas a la Casa Real, la experiencia a bordo fue "impresionante por el nivel de preparación, precisión técnica y profesionalismo de la dotación".
Un diseño adaptado a los desafíos del siglo XXI
El S-81 cuenta con una eslora de más de 80 metros y una manga cercana a los 12 metros. Puede desplazar hasta 2965 toneladas en inmersión y alcanzar velocidades de hasta 52 nudos bajo el agua.
Todo ello con una dotación operativa de 43 personas, aunque el total de tripulantes asciende a 68 -incluidas siete mujeres- para permitir la rotación, conciliación familiar y asistencia a cursos.
La estructura interna del submarino integra los sistemas de control de plataforma, combate y comunicaciones, lo que permite una operación más eficaz con menor personal. Esta automatización, además de optimizar recursos, mejora la seguridad y precisión de las maniobras.
"El S-81 está diseñado para aunar maniobrabilidad, discreción y capacidad ofensiva en un solo vehículo", afirmó el capitán de navío Aurelio Fernández Dapena, jefe de Estado Mayor de la flota de submarinos. Entre su armamento incluye torpedos, minas y misiles, lo que lo convierte en un activo clave para misiones de defensa, vigilancia o disuasión.

Preparativos para el Día de las Fuerzas Armadas
La puesta a punto del Isaac Peral se produce a solo semanas del desfile militar del 6 de junio, una fecha señalada para la visibilidad de las Fuerzas Armadas españolas. El S-81 tendrá un papel destacado en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria, donde exhibirá sus capacidades ante el público y las autoridades.
Con esta visita, el rey Felipe VI reafirma su compromiso con las Fuerzas Armadas y respalda el desarrollo de tecnologías estratégicas que fortalecen la soberanía nacional. La Armada, por su parte, suma una herramienta de vanguardia que le permitirá responder con eficacia a los retos del entorno marítimo moderno.












