El país de Sudamérica que tiene una isla invadida por serpientes venenosas: los turistas tienen el ingreso prohibido
Hace ya varios años que el sitio permanece aislado debido al peligro que podrían correr las personas que pisen el suelo de este islote.
En un país de Sudamérica existe un territorio peculiar dominado por una sola especie animal: una isla célebre a nivel mundial que está invadida por serpientes venenosas, razón por la cual los turistas tienen el ingreso prohibido hace ya varios años.
Estas serpientes, conocidas por su potente veneno y carácter salvaje, dominan el ecosistema del pequeño espacio donde otros animales no se atreven a habitar. La isla, completamente restringida, se ha convertido en un centro de biodiversidad único para este país de Sudamérica.
¿Cuál es el país de Sudamérica que tiene una isla invadida por serpientes venenosas?
Se trata de la llamada Isla da Queimada Grande, ubicada a unos 35 kilómetros de la costa de São Paulo, Brasil, en medio del océano Atlántico. Este espacio, más conocido como la Isla de las Cobras, alberga una de las mayores concentraciones de serpientes venenosas del mundo.
Entre los ejemplares de estos peligrosos animales que se adueñaron de la Isla da Queimada Grande, se destaca la Bothrops insularis, también llamada víbora dorada. Con un veneno letal, esta especie representa un riesgo muy elevado para cualquiera que pise el islote.
La prohibición de acceso a turistas tiene una doble finalidad: por un lado, proteger el frágil ecosistema de la isla; y, por otro, evitar que cualquier persona llegue al lugar para resguardar su seguridad.
Gracias a este aislamiento promovido por las autoridades locales, se ha podido preservar a los 15.000 ejemplares de serpientes que hay en el lugar, según los datos brindados por el Instituto Butantan.
¿En qué situación se encuentra la Isla da Queimada Grande?
Ubicada entre los municipios de Itanhaém y Peruíbe, la Isla da Queimada Grande no tiene playas y forma parte de una Unidad de Conservación Federal desde 1985 para concretar los objetivos antes mencionados.
Además de ser un espacio de conservación, el lugar también es objeto de diversos estudios científicos, permitiendo el estudio de la adaptación y comportamiento de los diferentes ejemplares en condiciones naturales, sin otros animales y sin la intervención humana.