Entrevista

El mayor especialista español sobre la Grecia clásica da una lección acerca de la verdadera democracia

El reconocido helenista y escritor español Pedro Olalla, de visita en Buenos Aires, reflexiona sobre los valores del mundo clásico y la crisis de la democracia contemporánea.

El legado de las civilizaciones clásicas de Grecia y Roma sigue siendo fundamental para entender muchas de las estructuras políticas y éticas contemporáneas. La democracia ateniense y la república romana sentaron las bases de principios como la participación ciudadana, el estado de derecho y el bien común, que siguen presentes en los sistemas democráticos modernos. 

Además, las filosofías de Aristóteles y los estoicos, centradas en la virtud y el bienestar, continúan influyendo en la búsqueda de una vida equilibrada y justa. Estos pilares, tanto políticos como filosóficos, siguen siendo esenciales para enfrentar los desafíos de las sociedades actuales.

En este sentido, Pedro Olalla, una de las principales voces en la divulgación de la cultura helénica, compartió sus reflexiones sobre el impacto del legado griego en la modernidad con El Cronista España en medio de una visita a la Argentina. Este escritor, cineasta y profesor asturiano, ha residido en Atenas desde 1994, donde ha centrado su trabajo en el estudio de la democracia antigua y su vigencia en el presente. 

Autor de más de 30 libros, entre ellos Grecia en el aire y De senectute politica (ambos publicados por editorial Acantilado), Olalla ha recibido numerosos reconocimientos, como el nombramiento de Embajador del Helenismo por el Estado griego y Caballero de la Orden del Mérito Civil por el Estado español. Durante su visita a la Argentina, ofreció conferencias en la Biblioteca Nacional y participó en debates con académicos y aficionados al mundo clásico.

Pedro Olalla, una de las principales voces en la divulgación de la cultura helénica, compartió sus reflexiones sobre el impacto del legado griego en la modernidad. (Imagen: gentileza Riverside Agency)

El resurgimiento del interés clásico y la crisis democrática
Olalla considera que el renovado interés en el mundo clásico, tanto en España como en otras partes del mundo, no es un fenómeno pasajero. Según él, esta vuelta a los clásicos refleja una necesidad profunda de la sociedad contemporánea de encontrar respuestas éticas y filosóficas frente a los retos actuales. "Los clásicos no son solo textos antiguos que pertenecen a un pasado remoto", subraya. 

Para Olalla, son herramientas de reflexión activa que nos invitan a revisitar preguntas esenciales sobre la política, la moral y la vida pública. La amplia difusión de información y el acceso a contenidos han permitido que muchas personas redescubran el valor de las civilizaciones griega y romana, aunque también advierte que este acceso masivo puede derivar en una lectura superficial y simplificada de sus enseñanzas.

El helenista es especialmente crítico con las democracias modernas, que, a su juicio, han perdido el vínculo con los principios que originaron el concepto en la antigua Atenas. "Hoy en día, utilizamos la palabra democracia más por razones de prestigio histórico que por su verdadero significado", afirma. 

Según Olalla, el poder económico ha capturado al poder político, lo que ha generado un sistema donde los ciudadanos son relegados a un papel pasivo, meros votantes sin una verdadera capacidad de participar en las decisiones políticas. Esta situación contrasta radicalmente con la democracia ateniense, donde la participación activa y directa de los ciudadanos era el fundamento del sistema político.

La crítica de Olalla no se limita a señalar las deficiencias del sistema, sino que plantea la necesidad urgente de repensar y recuperar los principios democráticos originales. En su obra Grecia en el aire, examina cómo los ideales de la democracia ateniense podrían servir de inspiración para revitalizar las democracias actuales, especialmente en lo que respecta a la participación ciudadana y la distribución equitativa del poder. 

En su opinión, una de las claves para restaurar el espíritu democrático es devolver a los ciudadanos el poder de gobernarse a sí mismos, promoviendo una ciudadanía activa que no se limite a delegar decisiones en representantes, sino que participe de manera constante en la construcción del bien común.

Educación y longevidad: claves para un futuro más humano
Otro de los temas recurrentes en la obra de Pedro Olalla es la educación, a la que considera un pilar fundamental para el desarrollo de una democracia genuina. En sus libros y conferencias, ha defendido la importancia de formar ciudadanos críticos y reflexivos, capaces de cuestionar las estructuras de poder y contribuir activamente a la vida política. 

Según Olalla, los sistemas educativos actuales han abandonado este objetivo, centrándose en la transmisión de conocimientos técnicos y prácticos, sin fomentar el pensamiento crítico ni el compromiso ético. "Una educación que no forme ciudadanos críticos es un sistema que condena a la democracia al fracaso", afirma con convicción.

El enfoque educativo de Olalla se inspira en el modelo clásico griego, que no solo valoraba el conocimiento técnico, sino que consideraba esencial el desarrollo integral del individuo. La paideía griega, basada en la formación del carácter y la virtud, es un ideal que, según él, debería guiar los sistemas educativos modernos. Solo a través de una educación que fomente la reflexión, el sentido crítico y la participación en la vida pública, se podrá construir una sociedad democrática verdaderamente sólida.

Las filosofías de Aristóteles y los estoicos, centradas en la virtud y el bienestar, continúan influyendo en la búsqueda de una vida equilibrada y justa. (Imagen: archivo) 

Finalmente, Olalla reflexiona sobre el envejecimiento desde una perspectiva política y filosófica, en línea con su obra De senectute politica, donde 'discute' con Cicerón a través de una carta abierta. En un mundo donde la longevidad se ha incrementado gracias a los avances médicos, el autor insiste en que no basta con añadir años a la vida, sino que es necesario dotar a esos años de calidad y significado. En su opinión, la sociedad actual deb implementar políticas que permitan a las personas mayores seguir participando activamente en la vida comunitaria y política, evitando su exclusión o marginación.

En la antigua Grecia, los ciudadanos mayores eran valorados por su experiencia y sabiduría, un enfoque que Olalla cree necesario recuperar. "El envejecimiento no debe ser visto como una fase de declive, sino como una etapa de plenitud y madurez", afirma. Sin embargo, para que esto sea posible, es imprescindible reformar las estructuras sociales y políticas, de modo que se aproveche el potencial de las personas mayores y se garantice su bienestar en todas las etapas de la vida.

El legado griego como fuente de reflexión para el presente
Pedro Olalla sigue siendo una de las figuras más influyentes en la divulgación del pensamiento y la cultura griega. Su trabajo abarca desde la literatura hasta el cine, pasando por la educación y la política, siempre con el objetivo de demostrar que los ideales clásicos siguen teniendo relevancia en el mundo contemporáneo. Con una mirada crítica pero optimista, Olalla nos invita a replantear nuestras nociones de democracia, educación y envejecimiento, inspirándonos en los principios éticos que guiaron a los antiguos griegos.

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