

El transporte público es clave para la independencia y bienestar de miles de personas en Barcelona. Con el coste de vida al alza, encontrar formas de moverse sin gastar de más se convierte en una prioridad, especialmente para los mayores.
Por eso ha llegado la T-Metropolitana tarjeta rosa, un título que mejora las condiciones de movilidad y ofrece distintas modalidades según la renta, enfocada en quienes superan los 60 años o tienen discapacidad.
Una tarjeta moderna y práctica
La nueva tarjeta sin contacto sustituye al antiguo soporte, integrando tecnología actualizada. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) envía estos nuevos soportes a más de 245.000 personas, permitiendo su uso inmediato tras recibirla, sin necesidad de gestiones adicionales.

Disponible para viajar en metro, autobús (TMB), FGC, Tram y las líneas del AMB -excepto el Aerobús-, esta tarjeta incluye también acceso al aeropuerto en la L9 Sud. Es personal, requiere validar en cada trayecto y acompañar DNI para acreditar la titularidad.
Dos versiones según los ingresos de cada persona
Existen dos versiones de la T-Metropolitana rosa:
Gratuita: sin coste anual más allá de una pequeña tasa única de emisión, pensada para mayores cuya unidad familiar cumpla ciertos límites de ingresos o tengan discapacidad reconocida.
Reducida: permite cargar la tarjeta con T-4, un bono de 10 viajes recargable, con límite de dos bonos (20 viajes), ideal para quienes no reúnan requisitos para la gratuita.
Para optar a la versión gratuita, los ingresos brutos familiares deben estar por debajo del umbral establecido; si superan ese límite, se concede la modalidad reducida.
Cómo acceder a esta tarjeta
Solicitar la T-Metropolitana tarjeta rosa es gratuito y sencillo. Pueden pedirla:
Personas mayores de 60 años empadronadas en el área metropolitana de Barcelona.
Personas con discapacidad igual o superior al 33%.
El procedimiento se puede hacer online vía AMB, o presencialmente en oficinas municipales. Una vez aprobada, se recibe la tarjeta en casa y comienza su uso inmediato, sustituyendo a la antigua tarjeta rosa.
Además de viajar, los titulares acceden a descuentos en cultura, deporte y comercios adheridos, lo que amplía el impacto social de esta iniciativa.

Un aliciente social y económico
Con la inflación y la subida del transporte en el aire, la ATM ya aplicó un alza del 3% en enero de 2025, manteniendo descuentos en bonos como la T-Usual y T-Jove. Es por este motivo que la nueva tarjeta es una ayuda tangible para los mayores.
Aprovechar esta oportunidad no solo supone ahorrar en el día a día, sino también mantener su movilidad, salud y vida activa. La T-Metropolitana rosa refuerza la inclusión social y permite disfrutar de Barcelona sin restricciones económicas.
Más beneficios y adaptaciones
La implantación de la T-Metropolitana forma parte del sistema T-mobilitat, que integrará pagos por kilometraje, renta o uso intensivo. En el futuro, los usuarios de la tarjeta rosa podrían beneficiarse de bonificaciones adicionales, como descuentos por bajos ingresos o movilidad frecuente.
Además, se prevé que los comerciantes y entidades locales se sumen al programa, ampliando la red de descuentos asociados, creando un entorno más amigable y accesible para los mayores de 60 años.
Este paso representa una clara apuesta por una movilidad más justa y personalizada, donde quienes dedicaron toda una vida al progreso de la ciudad también puedan sentirse apoyados y valorados en su día a día.
















