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Con la llegada del buen tiempo, Carmen Lomana ha dado por inaugurada la temporada de verano y lo ha hecho desde uno de sus destinos predilectos: Marbella. La ciudad malagueña se convierte cada año en su refugio estival, siempre que sus compromisos profesionales se lo permiten.

A través de sus redes sociales, la socialité ha compartido el interior de su hogar, como también lo hizo Melody en su perfil. Lomana mostró una de las zonas más especiales de su residencia: su espectacular terraza, un espacio que fusiona lujo, serenidad y un gusto exquisito por el diseño.

Verano en Marbella: un refugio de calma y buen gusto

La terraza de Carmen Lomana se ha convertido en el mejor ejemplo de cómo disfrutar del verano en un entorno sofisticado y relajado. "En verano con sol y amigos para mí todo es alegría, si hay mar ya no necesito más", afirmaba en la publicación donde mostró esta estancia privilegiada. No es para menos. Situada en un enclave con vistas envidiables, esta zona de la casa está rodeada por un muro blanco que garantiza privacidad y añade ese inconfundible aire mediterráneo.

La elección de una estética minimalista contribuye a crear un ambiente de paz y exclusividad, como también elige Vicky Martín Berrocal. Lomana ha prescindido del exceso decorativo y ha apostado por una mesa central cuadrada de gran tamaño rodeada de sillas forjadas a juego. El suelo de color ocre, las alfombras de exterior -una verde con estampado de cuadros y otra de mayores dimensiones- y el aplique triangular invertido que decora uno de los muros, completan una escena de elegancia contenida.

Cuando cae la tarde, la iluminación suave convierte la terraza en un rincón ideal para compartir confidencias con amigos.

Una terraza de lujo con decoración mediterránea y detalles florales

El lujo que se respira en esta terraza proviene del equilibrio en cada uno de sus elementos. Las tumbonas de ratán en color marrón chocolate, con cojines blancos, suman confort y estilo, ofreciendo a Carmen Lomana el lugar perfecto para descansar y tomar el sol.

Hace apenas unos días, Lomana también mostró su habitación principal, decorada con un marcado estilo clásico y toques personales. Una cama XL con cabecero barroco dorado, espejos simétricos, lámparas blancas y cortinas en tonos rojizos son algunos de los elementos que reflejan su gusto por la elegancia atemporal.

La técnica de pintura Wabi Sabi utilizada en una de las paredes, junto con la alfombra multicolor y el sofá individual blanco de corte clásico, refuerzan la cohesión entre clasicismo y minimalismo, sello inconfundible de la socialité.