

La ropa de Shein vuelve a estar en el centro de la polémica tras un informe que revela que “una de cada tres prendas [...] contiene sustancias químicas que superan los límites permitidos por el Reglamento Europeo de Sustancias Químicas (REACH)”.
El estudio sitúa a la plataforma china en el foco de las autoridades europeas. La UE incrementa la presión para frenar el modelo de moda ultrarrápida.
El documento detalla “casos extremadamente graves”, con prendas infantiles y calzado sintético con niveles peligrosos de PFAS. Estos compuestos están relacionados con cáncer y alteraciones endocrinas.

Adiós Shein: una de cada tres prendas tiene niveles tóxicos superiores a los exigidos por la UE
En España, una prenda detectada “superó en casi 600 veces los niveles permitidos”. El análisis muestra que los textiles sintéticos representan una preocupación crítica por su composición química.
Greenpeace publicó el informe con un contundente “¡Qué vergüenza, Shein!” y advierte de las consecuencias ante el consumo masivo impulsado por el Black Friday.
La ONG señala que Shein introduce hasta 8000 modelos diarios. Ese volumen contribuye a una cultura de usar y tirar que genera millones de toneladas de residuos en el mundo. Greenpeace propone un impuesto específico a la moda rápida y exige prohibir la publicidad de marcas ultrarrápidas.
Europa endurece su presión contra Shein y la moda ultrarrápida
Los problemas de Shein con la UE se multiplican. Bruselas decidió eliminar la exención arancelaria para paquetes de menos de 150 euros. La medida beneficiaba de manera directa al modelo logístico de la plataforma. La reforma contará con una fase transitoria en 2026 y plena aplicación en 2028.
La UE estudia también una tarifa adicional de dos euros por paquete para compensar los costes aduaneros. El 91% de los envíos de bajo valor que llegan al territorio comunitario provienen de China. El volumen se triplicó entre 2022 y 2024, generando congestión administrativa.
El sector de moda sostenible impulsa la “tasa Shein”. Ecodicta, Batera Brand y Canussa señalan que permitirá reequilibrar la competencia frente a prácticas contaminantes. Francia ya aprobó un impuesto de cinco euros por prenda de moda ultrarrápida. Ascenderá a diez euros en 2027.
Un precedente regulatorio que cambia el escenario europeo
La ley francesa prohíbe publicidad de moda ultrarrápida y sanciona a influencers que la promocionen. El modelo sirve de referencia a varios países europeos. Las autoridades consideran que la intervención fiscal es clave para reducir el impacto ambiental.
Bruselas investiga si Shein vulnera la Ley de Servicios Digitales. Examina posibles “patrones oscuros” y la venta de productos ilegales. También revisa si la empresa divide pedidos para eludir controles aduaneros. La estrategia fiscal basada en sociedades en Irlanda y Singapur agrava la polémica.
Un impacto masivo sobre el medio ambiente y la industria local
El informe de Greenpeace destaca que la moda es uno de los sectores con mayor impacto climático. Sólo lo superan la alimentación, la vivienda y el transporte. La producción masiva de ropa sintética requiere petróleo y procesos químicos intensivos.
Durante el lavado de estas prendas se liberan microplásticos que las depuradoras no consiguen filtrar. Terminan en ecosistemas marinos y terrestres. El transporte de millones de paquetes desde Asia agrava la huella de carbono.
Asociaciones de consumidores denunciaron a Shein ante la Comisión Europea por técnicas de venta engañosas. La Federación de Consumidores de España señala que la plataforma emplea herramientas que incentivan la compra compulsiva.














