En sintonía con lo sucedido durante toda la semana, el día de Sergio Massa fue intenso y cambiantes las versiones en torno a su futuro como precandidato presidencial. Luego de que Mauricio Macri volviera a cerrar la puerta a un posible acuerdo electoral entre el PRO y el Frente Renovador, el diputado nacional decidió ayer parar la pelota y tomarse el fin de semana "para pensar". Así se lo aseguró a su círculo íntimo, en el inicio de la cuenta regresiva hacia el miércoles próximo, cuando vence el plazo para hacer la presentación de alianzas.
"El sábado y domingo me voy a dedicar y pensar", dijo Massa ayer, y anticipó que el lunes se reunirá con su mesa chica en el plenario que estaba previsto para hoy en San Miguel, y el martes brindará una conferencia de prensa. Ese escenario sugiere que el líder del Frente Renovador podría resignar su aspiración presidencial y ser candidato a gobernador bonaerense. Incluso las declaraciones radiales de su mujer Malena Galmarini a Vorterix, en las que aseguró que su marido no bajó la candidatura, pero reconoció que "no descartamos nunca nada", generaron dudas en torno a si el diputado formará parte de la carrera presidencial.
Massa rechazó de cuajo toda especulación ayer en Córdoba, en un acto que compartió con la candidata a la intendencia local Olga Riutort y el gobernador José Manuel de la Sota, su aliado para las primarias. "Quédense tranquilos que no me bajo, Aníbal no es mi jefe de campaña", sostuvo. Se refirió así a los dichos del jefe de Gabinete, quien horas antes había declarado que Massa y Macri habían cerrado una alianza que bajaba al diputado a la lucha por la gobernación bonaerense, a la que aspira como aliado suyo el diputado Francisco De Narváez, quien se mantuvo en silencio.
Además de advertir que va "a pensar" durante el fin de semana, fuentes cercanas al ex intendente de Tigre explicaron que Massa analiza una encuesta de 4600 casos en el que, conjuntamente con De la Sota, con miras a las primarias del 9 de agosto, lo ubican un solo punto debajo de la interna que compartirán Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió. Esos números, creen en el Frente Renovador, reavivan las expectativas respecto al 25 de octubre, cuando se realicen las generales. Por ahora, el contexto no ayuda: el massismo viene de perder seis intendentes clave del conurbano que regresaron al Frente para la Victoria.
Mientras, también en Córdoba pero acompañado por Oscar Aguad, Macri volvió a mostrarse duro con Massa. Opinó que el país necesita a quienes "no hayan tenido una posición protagónica en estos últimos 25 años", en alusión al rol de Massa como jefe de Gabinete de la presidenta Cristina Kirchner. "Yo he sido respetuoso del Frente Renovador en su enfrentamiento con el PJ. Nosotros creemos en una tercera vía, en gobernar la Argentina de una manera distinta. Siento que estamos para más", afirmó el líder del PRO en declaraciones a los medios cordobeses y señaló que "lo que ellos dieron no fue suficiente".
Si bien distintas fuentes del PRO consideraban ayer "prácticamente terminadas" las chances de un arreglo con el tigrense, las negociaciones continúan. Por caso, Macri reunió antes de viajar a Córdoba a su mesa chica y les comunicó el contenido de la negociación que mantiene el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, y su ministro de Gobierno, Emilio Monzó con el Frente Renovador. Entre las opciones que se manejan figuran que Massa no participe en esta vuelta electoral pero acuerde listas con el PRO. También exploran la posibilidad de que compita en las primarias por la candidatura a gobernador con María Eugenia Vidal. En el PRO esperan que Massa se baje primero para luego iniciar las negociaciones finales.