Pese a las muestras de unidad por la campaña, el "triángulo" de hierro" del presidente Javier Milei no sanó las heridas y asoma con volver a exponerlas después de las elecciones, cuando se buscará un nuevo diseño del esquema de poder que ordene la estrategia política. En el medio, van a intentar evitar dar esa discusión y acordar los lineamientos para reconstruir gobernabilidad sin pases de factura. "Lo importante no es tener razón sino tener razón a tiempo", esbozó ante El Cronista un colaborador cercano al asesor presidencial, Santiago Caputo, quien se había mostrado en desacuerdo con romper con gobernadores como Gustavo Sáenz y Gustavo Valdés para las alianzas electorales orquestadas por Eduardo "Lule" Menem, la mano derecha de Karina Milei, presidente de La Libertad Avanza. Ahora, la Casa Rosada se encuentra frente al desafío de reconstruir puentes con los oficialismos provinciales afines mientras que les compite para el 26 de octubre. Para ello, en el Gobierno decidieron incluir al ministro de Economía, Luis Caputo, como un activo político de consenso que se suma a la mesa de conversación. "Como ministro de Economía debí haberme involucrado más en la política. Yo fui el que llamó al Presidente para sumarme a la Mesa Federal y darle más volumen. Tengo muy buena relación con los gobernadores. Me voy a involucrar más", reflexionó el titular del Palacio de Hacienda en una entrevista televisiva del fin de semana. En esa intervención también confirmó que, tal como anticipó El Cronista, los acuerdos de gobernabilidad un pedido de Estados Unidos para llevar adelante el eventual préstamo de u$s 20.000 millones. Además deberán también tener un resultado prometedor para las elecciones: "Necesitamos poder implementar las reformas para que se destrabe la economía lo más pronto posible. Eso fue lo único que me dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent: trabajen en la gobernabilidad", dijo Caputo en la entrevista. Hay quienes se entusiasman con aprovechar esta predisposición del Gobierno para hacerse su lugar en el poder, y la interna, en este sentido, no es ajena. Los frentes abiertos son tres, a priori: los ministerios que quedarán descubiertos con la elección de Patricia Bullrich y Luis Petri en el Congreso, y la presidencia de la Cámara de Diputados, en donde todos los años se elige a su autoridad como representante del oficialismo. El PRO, uno de los bloques centrales en el mapa de alianzas, jugará un rol clave en este sentido. Por un lado está el trascendido de que el jefe de bloque amarillo, Cristian Ritondo, quien además es uno de los colaboradores más cercanos al Gobierno desde su rol bonaerense, podría ser barajado para reemplazar a Martín Menem, el primo de "Lule" y vicepresidente de LLA, como presidente de la Cámara. "Puertas adentro vamos a ofrecer a alguien pero todavía no es momento de dar esa discusión", confirmó un estratega en diálogo con este medio. En LLA se ríen con que "no tienen en realidad a quién proponer" porque ven a Ritondo como un alfil débil en el Congreso -"no puede controlar a su propio bloque"- y no conseguiría de la mayoría de los votos de la Cámara para asumir. Desde el entorno del riojano puntualmente aseguraron que tienen la "garantía de que la decisión del Gobierno es mantener a Martín" en ese lugar y que la elección de otro diputado para ese puesto va a ser interpretado como "un golpe institucional". Una fuente del sector de Caputo reconoció, en este sentido, que "Karina no está muy predispuesta" a correr a los Menem de la escena. Pero de este rumor instalado se desprenden versiones sobre que al PRO tampoco le bastaría con la presidencia de la Cámara, y que buscarán además copar los lugares ministeriales. Ya cuando fue el cierre de listas se habló de que Guillermo Montenegro se perfilaba como uno de los que busca la silla que deja Bullrich en Seguridad, aunque la ministra quiere dejar a alguien de su riñón para controlarlo satelitalmente desde el Senado, como a Alejandra Monteoliva, su segunda en el ministerio. También corrió el rumor de que el asesor presidencial le habría ofrecido el ministerio de Defensa al radical cordobés, Rodrigo De Loredo, actual diputado nacional que dejará su banca este año. "Voy a trabajar para gobernar Córdoba", dijo ante la pregunta sobre su paradero después del recambio legislativo en LN+. Esta visión de ampliar los cargos a otros partidos políticos no es compartida por el karinismo: "Nosotros queremos mantener el purismo. Podemos buscar gobernabilidad cediendo ante los pedidos de obras públicas y ATN pero no hacer un gobierno de coalición", defendió una fuente del sector ante El Cronista. La decisión en definitiva será del Presidente, quien hasta ahora se mostró firme en mantener la influencia de su hermana en el partido. Sus allegados siempre estuvieron convencidos de que no hay remotas posibilidades de que, si le toca elegir y poner orden en la interna, la elegirá a ella, pero por otra parte la necesidad de avanzar en gestos de gobernabilidad y recomponer el vínculo con los demás espacios es una decisión tomada. "Va a haber cambios", aseguran desde el Gobierno. "El Presidente es consciente de lo que pasó", agregan en ese sentido. Desde el karinismo también reconocen que la permanencia de Santiago Caputo también está de alguna manera garantizada puesto que su rol en la estrategia de campaña es central y, además, tanto él como su entorno fueron agentes externos que colaboraron para que avance el acuerdo con Estados Unidos. Santiago Caputo habría trabajado para ello con su asesor Manuel Vidal y Leonardo Scatturice, quien tiene vínculos con los servicios de inteligencia estadounidenses. En principio, a quien encomendó Milei para el rol de avanzar hacia una recomposición política es al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien hasta ahora supo empoderarse en su rol frente a las revoluciones internas dentro de la cúpula. Él está presente en la Mesa Federal, junto al ministro del Interior, Lisandro Catalán, un hombre de su riñón, y Luis Caputo, y además se reactivará frente al Consejo de Mayo este lunes en la tercera reunión mensual. En este sentido, el gesto de la semana fue su foto con Mauricio Macri, quien hace tiempo no come milanesas con el Presidente y desde el Gobierno trabajan para reinstalar su colaboración como una alianza clave. "Mantuve un cordial intercambio con el ex presidente, en el marco de la buena relación que nos une", publicó Francos en la foto que difundió en el marco del 95º aniversario de la unificación del Reino de Arabia Saudita en el Hotel Four Seasons. La decisión de volver a acercarse a los antiguos aliados es compartida tanto por el sector de los Menem como el de Caputo, e incluso hay quienes promueven que hoy tienen más puntos en común que en contra y, consecuentemente, podrían haber gestos concretos de acercamiento para terminar con los dardos. "El Círculo Rojo no quiere más interna", resumió una fuente allegada al sector karinista. Al menos la idea es mantener la paz hasta el 26 de octubre.