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El abastecimiento de gas para todos no está garantizado este invierno, aunque recursos hay y de sobra, bajo tierra.
Pese a que este año está perdido, el ministro de Economía, Martín Guzmán, enfocó su agenda en resolver los cuellos de botella de infraestructura energética para multiplicar las exportaciones a partir de 2023.
En París, Francia, Guzmán acordó el ingreso de la Argentina como "miembro asociado" a la Agencia Internacional de la Energía (IEA), que depende de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y es "un G-20 del sector".
Gracias a Vaca Muerta y su importancia para la transición energética (el gas como "puente" del carbón a las energías renovables), el país quiere ganar peso relativo en las decisiones mundiales vinculadas al sector.
El potencial de la Argentina también es importante en la producción misma de renovables, ya que la mayor radiación solar del mundo está en el Noroeste y Cuyo, pero también hay una ventaja comparativa en energía eólica (viento) en la Patagonia y el sur de Buenos Aires.
Financiamiento para inversiones
El país necesita financiamiento para un plan de inversiones por unos 7500 millones de dólaressolo para ampliar su red de gasoductos, reforzar la seguridad de la transmisión eléctrica y tender nuevas líneas de alta tensión por todo el país.
También se requiere la construcción de una planta para licuar el gas natural y exportarlo a gran escala, lo que demanda no menos de u$s 5000 millones y demora entre 3 y 4 años.
Por caso, el CEO de Pan American Energy (PAE), Marcos Bulgheroni, propuso crear un fideicomiso por u$s 15.000 millones para fondear las exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) a la brevedad.
Guzmán se ilusiona con esta idea, aún lejana. Con todos los recursos enterrados, la Argentina se está perdiendo una oportunidad de producir a u$s 3,50 por millón de BTU y venderlo al mundo a u$s 35.
Para desarrollar todo su potencial en una ventana corta de oportunidad (15 a 20 años), Vaca Muerta debería recibir desembolsos por u$s 10.000 millones anuales.
Las petroleras multinacionales cuentan con ese dinero pero reclaman estabilidad normativa y acceso libre a los dólares, con mínimas o nulas restricciones cambiarias.
En Francia, Guzmán también se reunió con el ministro de Minas y Energía de Brasil, Bento Albuquerque, y con el embajador Daniel Scioli. Entre ambos, acordaron una visita a San Pablo el 8 de abril, para hablar con empresarios y encontrar nueva demanda al gas argentino.