"Juntos por el Cambio implosionó", dijo una fuente de esa coalición. "No se rompe nada, se reconfigura", dijo otra. Como fuere, el triunfo de Javier Milei significará un antes y después para la fuerza que nació en 2015, tras una alianza que sellaron el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Los cambiemitas que consideran que en las elecciones de octubre la sociedad les otorgó el rol de oposición trabajan para que "lo que queda" de Juntos por el Cambio siga en pie, pero con una nueva dinámica. ¿Qué números manejan en el Congreso?
Pasadas las 19 del domingo en el que se celebró el balotaje, la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, difundió un audio a un grupo de periodistas. "Habiéndose roto la alianza Juntos por el Cambio por voluntad ajena a la Coalición Cívica, Elisa Carrió y la Coalición Cívica retoman su plena autonomía y van a luchar por los principios fundacionales, el contrato moral, el contrato republicano y el contrato de desarrollo económico. No van a participar de ningún tipo de negociación. Su rol es reconstruir la República si esta se ve amenazada", decía el mensaje en el que 'Lilita' hablaba de sí misma en tercera persona.
Más allá de las palabras de la fundadora de la Coalición Cívica, en las que habló de la "autonomía" de su partido, no significa que este se convertirá en una isla. ¿Por qué? El sector de Juntos por el Cambio que no comulga con La Libertad Avanza (es decir todos, salvo los "halcones" del PRO) apuesta a mantenerse unido.
En esa reconfiguración están trabajando los diputados Emilio Monzó y Nicolás Massot. El objetivo de ambos es conformar, en primer lugar, un bloque de cerca de 12 diputados en el que convivirían con el larretismo, así como también Margarita Stolbizer y algún que otro diputado que lejos esté de identificarse con La Libertad Avanza.
Conformada esa bancada, la dupla Monzó-Massot apuesta a la creación de un interbloque en el que convivirían la UCR y los "lilitos" y algunos diputados "sueltos" entre los que nombran, incluso, a Miguel Ángel Pichetto.
Ese bloque opositor se podría convertir en la "segunda oposición" de la Cámara de Diputados. La primera, siempre y cuando no implosione, sería Unión por la Patria, que tendría 108 diputados.
De acuerdo a los cálculos que manejan en JxC, este nuevo espacio opositor sumaría una cincuentena de diputados que confluirían en un "centro concurrido" que podría ser decisivo en un Congreso en el que La Libertad Avanza, aún si conformara un bloque o interbloque con el PRO, con Cristian Ritondo a la cabeza, estaría muy lejos del quórum.
Según pudo saber El Cronista, Massot y Monzó estarían tendiendo puentes con las dos vertientes radicales. Es decir, la que lidera Gerardo Morales y Martín Lousteau, y la que pasó a llamarse "Grupo Malbec", que tiene entre otros referentes a Alfredo Cornejo. Y también estarían intentando convencer a los "lilitos". Por ahora, en el partido que lidera Maximiliano Ferraro se limitan a decir: "No estamos más en algo que ya estaba roto y rompieron otros".
Y añadieron: "No queremos ser absorbidos por la corriente de oportunismo. Por eso lo que decimos acerca de la autonomía. Esto es paso a paso. Es importante que las cosas se acomoden. Que baje la espuma para saber con qué y con quién"
Sin dar nombres, su principal encono es con el expresidente Mauricio Macri, a quienes vienen señalando como aliado de Milei, incluso antes de las generales del 22 de octubre. Es decir, cuando Juntos por el Cambio todavía estaba en carrera.
En el Senado, no se prevé un cambio sustancial para la coalición. A partir del 10 de diciembre, la bancada tendrá 24 legisladores. Los cálculos que hacen en JxC es que habría apenas tres "halcones" que podrían romper para sumarse a las filas de La Libertad Avanza. El resto de los senadores se quedarían bajo el mismo paraguas.
Allí, Unión por la Patria quedará a dos bancas del quórum, siendo la primera minoría, mientras que La Libertad Avanza más los "halcones" llegarían a ser una decena. Panorama complicado para el oficialismo libertario.
"La idea es armar un bloque de centro que responda a los gobernadores como para poder negociar desde el Congreso cosas para las provincias", explicaron a El Cronista. Es que, a partir del 10 de diciembre, Juntos por el Cambio tendrá 10 gobernadores.
¿Un dato? Las conversaciones no se limitan a esa decena de líderes provinciales. Monzó y Massot también buscan tender puentes con gobernadores que están por fuera de Unión por la Patria. Uno de ellos sería el cordobés Martín Llaryora, quien sucederá a Juan Schiaretti.
Resta saber qué nombre tendrá ese nuevo espacio que contará con el grueso de lo que hasta hoy se conoce como Juntos por el Cambio pero que dejará de tener, entre sus integrantes, a un sector del PRO.