Argentina pica en punta como el nuevo atractivo en materia de energía y minería. Los grandes proyectos de inversión, canalizados a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), fueron en ese sentido.

Sin embargo, hay otros sectores que traccionan inversiones, quizás menores en montos, pero con un gran movimiento.

Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, explicó que la inversión se está recuperando, pero viene de niveles muy bajos: "Si bien recupera, todavía tiene que crecer más. Hoy la tasa ronda el 15% del PBI, en países equivalentes está en 22% y en los asiáticos es del 30%".

Entre los sectores que también están mostrando dinamismo se destacan la tecnología, la logística, el agro y su cadena, y también el turismo.

El sector tecnológico es hace años atractivo en Argentina. La proliferación de unicornios de origen argentino pusieron al país a la vanguardia en el sector.

El Gobierno de Javier Milei además explicitó su interés en atraer inversiones en inteligencia artificial para instalar servidores en la Patagonia que, por su clima, favorecería su funcionamiento. También las compañías de fintech y de comercio electrónico fueron objeto de inversión nacional e internacional.

Anuncios concretos en este sentido fueron el realizado por Salesforce, una compañía orientada a la gestión de relaciones con clientes, que anunció que invertirá unos u$s 500 millones en Argentina.

Mercado Libre también anunció una ampliación de su centro logístico por u$s 75 millones y SAP una de u$s 3 millones, coincidentes con el avance de la logística como un sector que cobra atractivo para las inversiones.

El turismo es un sector que también recupera atractivo. El Gobierno mantuvo reuniones con grandes empresas hoteleras globales para incentivar las inversiones en Argentina. Si bien en la comparativa turística, Argentina quedó cara contra los países vecinos, se aspira a consolidar regiones con atractivos específicos. Pero también se incentiva la inversión en infraestructura hotelera de los pequeños inversores, a través del "ladrillo turístico" de los desarrolladores.

Este sector además cuenta con financiamiento del BICE, el Banco Nación y entidades internacionales, lo que explica algo que puntualizó Elizondo, que es el rol del crédito en la recuperación de las inversiones.

"Hay en agroindustria, que además es un sector que exige inversión todos los años, en rubros vinculados al funcionamiento de la producción", agregó Elizondo, quien sumó que el sector arrastra a su cadena de valor.

En este sentido es que también se vieron movimientos en inversiones de agtech, tecnología aplicada a la producción del agro, aplicaciones para medir la productividad de la siembra, la calidad de la cosecha, el relevamiento con drones, satélites o el uso de big data en la producción.

Para Gastón Utrera, director del Instituto de Economía Política, Universidad Siglo 21, un buen indicador es el de inversión extranjera directa elaborado por el Banco Central. "Si bien dicha estadística mide la inversión por parte de residentes en el exterior, es un buen indicador del atractivo de cada sector para las inversiones, y es medido con precisión porque, al tratarse de flujos internacionales, quedan registrados en el BCRA".

En este sentido, indicó que, por fuera de minería y energía, "la industria manufacturera recibió u$s 101 millones (más del 60% de ese monto, en industria alimenticia), el sector comercial recibió u$s 41 millones (prácticamente todo en comercio mayorista) y el sector de información y comunicaciones recibió u$s 21 millones".

En conjunto, explicaron el 41,5% de lo recibido por el sector de petróleo, minería y gas.

Hacia adelante, para PWC las inversiones y fusiones estarán enfocadas en un posicionamiento estructural. "En ese tablero, Argentina cuenta con sectores estratégicos que, si logran consolidar marcos regulatorios predecibles y mejoras en la infraestructura institucional, podrían ser protagonistas de una nueva ola de inversiones transformadoras".

A pesar de estos indicadores, según CEPAL, la inversión extranjera directa en Argentina cayó en 2024, a pesar de que la región creció. Algo similar indican los datos del Banco Central, que dan cuenta de una contracción en general de la Inversión Extranjera Directa.